¿Hay ‘tendencias culturales’ que son el pan nuestro de cada día?

Expresión cultural. / RR SS
Expresión cultural. / RR SS

¿Nadamos contracorriente en una cultura de risión, advenediza, insultante y escarnecedora con el más probo de los no comulgantes con sus ruedas molineras. Y lo que es peor…ante una Cultura impune?

¿Hay ‘tendencias culturales’ que son el pan nuestro de cada día?

Acabo de leer el artículo diario de Ussía en La Razón. Escribe sobre como una tal Mariló Montero – a quien desconozco – debió de poner una denuncia en el juzgado de guardia a un “marxista transformado en psicópata” (o algo así) que no es otro que Pablo Iglesias, el de Podemos. Por no sé qué tipo de agravio hacia la mujer citada en uno de sus medios preferidos para transmitir sus más íntimos y agrios pensamientos acerca de todo lo que se menea y le resulte ingrato; en una red social llamada Twiter (término éste que, por más que lo intento traducir al castellano, no encuentro relación con ningún significado plausible).

A pesar de leer al tal Ussía diariamente en la contraportada de su diario habitual, la mayoría de las veces estoy en desacuerdo con sus vertidos, pero ello no quita mi reconocimiento a su prosa periodística. Ni me pongo, ni me invita a poner cual hoja de perejil cayendo de un burro al articulista. Es más, en algunos de sus escritos estoy con él hasta el corvejón.

Otros articulistas, una vez leídos dos o tres veces –por aquello de cotejar – me resultan tan malos y aburridos que me limito a pasar de página y a otra cosa mariposa linda. Muchos de tales son camaradas en algún que otro diario cuyas páginas compartimos.

Cita, el autor Ussía, en su escrito a un tal “juez Pedraz” poniéndole a caldo calentito por no haber considerado delito unos “tuits” (¡joder con la palabreja!) , de un tal Zapata respecto a Irene Villa (damnificada de ETA) y los ‘ceniceros’- o algo parecido- de los judíos quemados en los campos de exterminio nazis. Por pura curiosidad había leído tales ‘tuits’ del señor concejal madrileño y, la verdad, tampoco los veo como para ser el individuo ‘reo’ de muerte, escarnio ni capirote.

Si los judíos – a los que admiro y admiraré siempre por su inteligencia- fueron tristemente quemados en hornos crematorios por criminales fanáticos, lo normal es que se transformasen, los pobres, en ceniza; y todo recipiente que recoja y acumule ceniza deben llamarse ceniceros. Así de simple y sin ningún otro ánimo lo escribo. Otra cosa es poner a tales recipientes nombres más o menos eufemísticos por mejor que puedan sonar (verbigracia, urnas mortuorias y similares) y que tal denominación sea de “obligado cumplimiento so pena de hoguera y crucifixión”.

Particularmente, lo que me sentó como un tiro de tal señor Zapata, fue su actitud en la explicación y solicitud de perdón a la hora de su rueda de prensa al respecto: cerviz cabizbaja, ojos de cordero recién degollado y las típicamente trilladas frases de “se me ha sacado de contexto”, “no fue esa mi intención” y demás chorradas que no sirven para nada, ni aun con ese perdón concedido que normalmente nunca se termina de perdonar.

Todo esto viene colación – aprovechando que el Segura pasa por Murcia (ya está bien del Pisuerga) y que en diciembre estaré en La Habana (Cuba) hablando sobre la “Muerte súbita cardíaca” junto a los más excelsos expertos mundiales sobre el tema, poniendo puntos sobre íes respecto a la definición actual de la misma: «todo lo inesperado es súbito, pero no todo lo súbito es inesperado».

Dada mi edad, que si no muy alta si está lo suficientemente plena, he llegado a conocer distintas ‘tendencias culturales’ con más o menos impacto y más o menos duración. Por tanto, creo saber que, por más susto- cuando no vergüenza y tristeza de ánimo - que me produzca algún que otro disparate brusco, rápido y en todos los morros, si es desde personas esperadas, no me ocasionan tanta zozobra, por más súbitas que fueren. Me callo, me ruborizo un poquito, sonrío por lo bajini y me largo sin contemplaciones.

He vivido, al menos de roce, tendencias culturales diversas, desde el pasotismo más recalcitrante, acompañado de papeles envolventes de ciertas sustancias mezcladas con tabaco e insufribles citas falseadas de los autores más contraculturales, hasta la cursilería más insoportable, que utilizando las mismas maniobras demonizan las sustancias inhalables citadas. Lo que ha venido y viene a denominarse “culturetas”, analfabetos, ignorantes y –lo que es peor para ellos- ignotos en el más amplio sentido de la palabra, vaya.

No obstante mi permisividad a tales ‘tendencias culturales’ (¿culturales?), todavía hay cosas que me resultan intolerables por más que intente cubrirlas de tupidos velos y estúpidas alfombras.

 A modo de ejemplo, los insultos, amenazas, vituperios, execraciones y todo lo que sigue, que muchos personajillos se permiten hacer y derramar en las todopoderosas redes sociales- y algún periódico que otro, en sus comentarios a pie de página- disfrazados con el más repugnante “anonimato”.

Y esto es cultura (¿cultura?) ‘trending topic’ ( de tendencia en la cresta, vamos) vigente e impune totalmente  en los tiempos que nos rondan.

Sin ir más lejos –que podría, pero me falta folio- un amigo y director de un periódico en alza ha tenido que rectificar y retirar banales escritos de una señora (¿señora?) autodenominada líder “feminista” - señora, en pro de la buena gramática castellana, el antonimo de “machismo” (macho) es “hembrismo” (hembra) y no “feminismo” (femenino) que es el antonimo de “masculinismo” (masculino), de existir el término- porque el artículo de tal amigo, daba de lleno contra sus ideologías (de tener ideas la tal señora, claro).

En tal artículo (“A propósito de feminismo” fue el título), el director y amigo no sólo hacía una critica al “feminismo” (hembrismo, repito…hembrismo en todo caso) más encendido y descerebrado, sino que era una verdadera apología a la Mujer todo él.

Bueno…pues por no soportar más bombo ni platillo insultante en su mollera, tuvo que retirar tales estulticias venidas desde tal ¿señora? que se proclama y presume de ser: «Acupuntora, Nutricionista y “Segundo” –repito, “segundo”- premio de no sé cuales juegos florales de no sé qué pueblo en fiestas patronales».

Hasta dónde uno sabe, tales ‘tendencias culturales’ están siendo el pan nuestro de cada día y con una impunidad que hiede.

Estando o no de acuerdo; compartiendo o no ideas, Ussía –repito mi admiración por su prosa- y otros tantos parecidos, al menos se identifican y se someten al premio o escarnio respecto a sus escritos plasmados públicamente. Los puedes leer o pasar solemnemente de ellos, pero no se esconden ni se amparan en la coraza galapaguera que les concede el puñetero anonimato.

Contaría en este escrito lo que a un servidor – a sabiendas de con quién se jugaba el cutis – le ocurrió no ha mucho con una de estas ignorantes e ignotas feministas de salón que tanto daño están haciendo a verdadero movimiento feminista, al que respeto con todas mis fuerzas.

No por ser ejemplo es anécdota aislada. Fui a cenar con la tal ‘feminista de carné’; los dos solitos; pedí la cuenta al camarero –llamado “Perdona”, como todos - comentándole que hiciera cuentas separadas. El pollo que armó en pleno restauran fue de órdago: que los “caballeros” siempre invitan a las “señoras” acompañantes y no sé qué disparates más. A grito pelao. Y, claro,  me entró la risa floja.

Porque a pesar del súbito pollazo, era totalmente esperado para mí; de hecho fue provocado para demostrar la coherencia ideológica de la susodicha militante.

Estoy pues – y muchos de ustedes también, que lo sepan – nadando contracorriente en una cultura de risión, advenediza, insultante y escarnecedora con el más probo de los no comulgantes con sus ruedas molineras. Y lo que es peor…ante una Cultura impune.

P.S.- Aquí estoy y me quedo. Preparado para que me pongan el el potro paritorio. Pero que sea con educación, por favor. Que estoy muy frágil hoy.

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