Cultura se inventa un nuevo trazado para el Camino del Norte, sin Sobrado
No hay historiadores, antropólogos, arqueólogos, geógrafos o estudiosos del paisaje capaces de dar argumentos que justifiquen desviar el Camino del Norte de su recorrido tradicional.
Seguro que recuerdan aquel episodio de 2010, último Xacobeo, cuando el corrector ortográfico jugó una mala pasada al conselleiro de Cultura de entonces al cambiar el nombre del concello coruñés de Sobrado dos Monxes por "desván de los monjes", topónimo que el político empleó en su discurso en FITUR.
Pero los lugareños nunca reprocharon al conselleiro tamaña confusión. Al contrario, hasta le agradecieron el desliz porque su error situó en el mapa a esta pequeña localidad que alcanzó entonces muchos "minutos de gloria" puesto que el gazapo llegó al Parlamento y tuvo eco en las redes sociales. Fue aquella una metedura de pata de guante blanco.
Es mucho más malévola para este pueblo la iniciativa que tiene en marcha ahora la misma Consellería de Cultura "inventando" un nuevo trazado para el Camino del Norte -Diario Oficial de Galicia de 4 de septiembre- que lo desvía de Sobrado dos Monxes. Con esta iniciativa, que cabe esperar quede solo en proyecto, los responsables de Patrimonio quieren privar a los peregrinos devotos o curiosos de la belleza del monasterio cisterciense, el mejor ejemplo del barroco gallego, cuya arquitectura se ofrece como un conjunto brillante, esbelto y tan majestuoso que sobrecoge el ánimo.
Pero la afrenta no es solo a Sobrado y a los peregrinos. Es una agravio a todo el Camino del Norte personificada también en parroquias y aldeas de Baamande, de Guitiriz y de Friol -por cierto, constituidas en "Plataforma pola defensa do trazado actual", por las que discurre esta tradicional y consolidada ruta de peregrinos, cuyos cambios indignan a los vecinos de esos parajes y a las personas que tienen vínculos con estas tierras protegidas por la torres esbeltas del milenario cenobio.
Dicen en la consellería que el objetivo del desvío del Camino de su recorrido de siempre es garantizar la mejor protección de lugares, edificios y parajes y justifican su decisión en "un intenso y profundo trabajo documental y de campo en el que se combinaron metodologías de diferentes disciplinas".
Que digan lo que quieran. La ruta actual también tiene bases académicas y no hay historiadores, antropólogos, arqueólogos, geógrafos o estudiosos del paisaje capaces de dar argumentos que justifiquen desviar el Camino del Norte de su recorrido tradicional y, sobre todo, que justifiquen arrebatar a los peregrinos tanta historia y tanta belleza como reúne el monasterio de Sobrado dos Monxes, la catedral gallega de la montaña.
