¿Cuánto tiempo más se sostendrá la creencia de que estamos solos en el cosmos?

La tierra podría no ser el único planeta que alberga vida. / graphicstock.com
La tierra podría no ser el único planeta que alberga vida. / graphicstock.com

Ante los descubrimientos de distintos exoplanetas similares a la Tierra, siendo el último de un sistema completo, surgen muchas preguntas respecto a nuestra posición "privilegiada" en el Universo. 

¿Cuánto tiempo más se sostendrá la creencia de que estamos solos en el cosmos?

En vista de que un equipo de astrónomos independientes de la NASA ha descubierto un sistema solar compuesto de siete planetas de tamaño muy similar al de la tierra surge la pregunta  ¿Existe la posibilidad de que compartamos estos reinos celestiales con otros seres inteligentes? Hollywood nos dice sin miramientos que sí. No es por gusto que cada año nos bombardea con alguna saga interestelar de gran presupuesto y mucha imaginación. 

Pero, pongámonos serios ¿qué dicen en realidad los científicos? ¿Hay alguien ahí afuera? La mayoría de los investigadores serios creen que la respuesta es sí. Muchos de ellos pasan la vida entera buscando las pruebas para afirmarlo. Esa búsqueda ha sido emprendida desde los años 70 y cuenta con muchísimos colaboradores, entre expertos y principiantes. Se le denomina búsqueda de inteligencia extraterrestre , conocida por sus siglas en inglés como SETI. 

¿Por qué muchos científicos son optimistas a este respecto? En general, este optimismo procede del hecho de que nuestro sitio en el cosmos no es extraordinario o privilegiado de ninguna manera. El Sol puede ser el centro de nuestro "universo particular", pero es un simple actor de reparto dentro del conjunto del universo. La Vía Láctea alberga diez mil millones de estrellas similares, algunas de ellas de mucho mayor tamaño que el Sol, y en diferentes puntos de desarrollo estelar. 

Si le parece poca cosa, medite el hecho de que existen más de cien mil millones de otras galaxias que podemos observar únicamente a través de nuestros telescopios. Así que afrontémoslo, hay más estrellas similares al Sol esparcidas por el universo visible que árboles en el planeta tierra. El sólo hecho de suponer que nuestro árbolito es el único lugar en el que ocurre algo interesante es una absoluta estupidez (con el perdón de los más susceptibles). 

Por más que acuse nuestro orgullo y nos duela el corazón, es probable que la Tierra no sea el baluarte intelectual del cosmos. Entonces, ¿En dónde radica el problema fundamental? En que las distancias espaciales son tan grandes, que no es posible ir a visitar a nuestros vecinos así como así. Muy a pesar de lo que diga la ciencia ficción, llegar con una nave espacial hasta sistemas de estrellas distantes es una tarea bastante difícil. 

La velocidad de los cohetes y naves terrestres ronda los impresionantes 48.300 kilómetros por hora. Algo que es menos espectacular cuando se piensa que esas naves tardarían mil siglos en llegar a Alfa Centauri, la estrella más próxima a la tierra, que se ubica a unos 4 años luz de aquí. Claro que un cohete más veloz tardaría menos, pero también consumiría mucha más energía de la que es posible concebir. Hasta la     fecha nuestros telescopios o radiotelescopios, en toda su tecnología, no han sido capaces de captar ni una sola señal extraterrestre debidamente confirmada. 

Mucha de esta larga espera se debe a las limitantes que imponen las leyes de la física, pero no pierda la esperanza, el hecho de que sigan apareciendo exoplanetas que orbitan estrellas similares a la nuestra comienza a abrirnos los ojos ante el hecho de que eventualmente hallaremos vida fuera de aquí. Lo que hay que tener claro es que puede no ser necesariamente vida inteligente, o por otro lado ser mucho más "inteligente" que la nuestra. 

Los microorganismos cuentan como vida, y puede que haya muchos de estos en la variedad de planetas que habitan el universo, la clave está en saber cuándo nos acercaremos a dichos planetas. Estos maravillosos descubrimientos serán disfrutados sin duda por las próximas generaciones cuando probablemente nosotros estemos ya muy pero muy lejos de aquí. 

Comentarios