Cuantas más veces se visite Venecia más grandes serán las ansias por volver

Santa María de la Salud, Venecia. / KWO Tsoumenis
Santa María de la Salud, Venecia. / KWO Tsoumenis

Con palacios de mármol, calles laberínticas, fantásticas criaturas enmascaradas en su Carnaval de fama mundial, góndolas  y un ambiente entre mágico y misterioso, nunca te cansas de estar.

Cuantas más veces se visite Venecia más grandes serán las ansias por volver

Con palacios de mármol, calles laberínticas, fantásticas criaturas enmascaradas en su Carnaval de fama mundial, góndolas  y un ambiente entre mágico y misterioso, nunca te cansas de estar.

 

Venecia se sitúa al noreste de Italia, asentada sobre un grupo de 118 pequeñas islas separadas por canales y unidas por puentes, ubicada en una laguna pantanosa que se extiende a lo largo de la costa, entre la desembocadura de los ríos Po y Piave. Es famosa por la belleza de su entorno y su arquitectura, catalogada como Patrimonio de la Humanidad, junto con su laguna. Es la capital de la región del Véneto y cuenta en su casco histórico con una población en torno a 60.000 habitantes, cifra insignificante en comparación con el número de visitantes que recibe.

La Basílica y Plaza de San Marcos, el Palacio Ducal, una caminata por sus estrechas calles y un recorrido en barco por el Gran Canal, la Iglesia de San Roque, un paseo en góndola, el Puente de Rialto y su bullicioso Mercado, una gira por Murano, Burano y Torcello, la Galería de la Academia y el Teatro de La Fenice, la iglesia gótica de I Frari, la Basílica de San Giorgio Magiori, el Puente de los Suspiros, el Lido, la Basílica de Santa María de la Salud y un largo etcétera es lo que no se puede pasar por alto en este idílico destino.

Muchos cruceros incluyen a Venecia en sus rutas con una visita exprés, lo cual es un error porque lo ideal es contar con un mínimo de tres días para explorar la ciudad de una forma razonablemente completa. Tomando el primer día de modo distendido, paseando sin itinerario fijo, se consigue que la ciudad nos sorprenda y nos descubra la Venecia más auténtica, finalizando con un paseo en góndola. El segundo día se aprovecha para visitar aquellos lugares más famosos que todos llevamos en la agenda y hacer una excursión a las islas. Dejamos para el tercer día el recorrido por las galerías de arte para entender la dimensión histórica de la ciudad y como colofón una visita a la isla de Lido.

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