Cualquier novela de la que logremos superar 30 páginas merece ser leída

Mujer leyendo. / RRSS
Mujer leyendo. / RRSS

Podemos considerar que hay varios tipos de escritores. Empecemos por los que dominan el lenguaje. Otro tipo de escritor es aquel que cuenta historias con maestría. Un reducido, muy reducido, grupo de escritores lo tienen todo.

Cualquier novela de la que logremos superar 30 páginas merece ser leída

"Es el siglo XXI, el que adolece de palabras en que las letras, huérfanas, están de acogida", dice Judith Muñoz en uno de sus esquisitos poemas, por eso, porque los libros son fuente olvidada de placer, dirijo estos párrafos a aquellos que consideran la lectura algo apasionante, aquellos que buscan en las librerías o en los ibooks algo que les emocione, que les arrastre a mundos inexplorados donde el deleite nos acompaña al lugar donde vayamos.

Podemos considerar que hay varios tipos de escritores. Empecemos por los que dominan el lenguaje, aquellos para los que escribir es algo de lo que pueden enseñar técnicas y dar lecciones. En este grupo estarían por ejemplo, Alejandro Baricco, que con una técnica sobresaliente nos deleita en "Seda", o nos acerca "La Ilíada" a un lenguaje fácilmente comprensible. También es un buen ejemplo Umberto Eco con "El nombre de la rosa", cuya historia dio lugar a un buen guión de cine. Con estos dos ejemplos dejamos constancia del género, aclarando que si quisiéramos citar a todos los autores que escriben con calidad sobresaliente, siempre nos quedarían fuera los suficientes como para haber sido injustos.

Otro tipo de escritor es aquel que cuenta historias con maestría. Algunos lo consiguen con la técnica del best seller, esa forma de narrar que nos captura para que queramos saber como acaba o que va a suceder. Aquí no encontraremos descripciones detalladas al estilo de "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust, una de las grandes novelas de todos los tiempos, ni de "Guerra y Paz" de León Tolstoi o "Crimen y Castigo" de Dostoievski. El bestsellista se encuadra en la linea de Codigo Da Vinci de Dan Brown, o los fenómenos editoriales de Harry Potter de Rowling o El señor de los anillos de Tolkien. Es probablemente el mejor camino para iniciarse desde joven en la lectura, y también en este género hay escritores que merecen una mención especial, y cito a Robert Graves con "El Vellocino de Oro", o Mika Waltari con "Sinuhé el egipcio", y por supuesto a Carlos Ruiz Zafón con "La sombra del Viento".

En la especialidad de teatro no podemos comparar, William Shakespeare está por delante de todos y no tiene obra con pérdida, por lo que habría que recomendar sus "Obras Completas" porque Shakespeare viene a ser al teatro lo que Miguel de Cervantes es a la novela desde que escribió "Don Quijote de La Mancha", o mejor dicho, desde que consiguió que se la publicasen, que no fue a la primera. Este fue un género popular y bien pagado por lo que hubo muchos y buenos representantes, de los que yo destacaria deade Calderón de la Barca a Darío Fo.

Luego tenemos un reducido, muy reducido, grupo de escritores que lo tienen todo, que están siempre un paso más allá y unen una prosa perfecta con el arte de saber contar historias. Nunca habrá acuerdo sobre cuales son las diez o veinte mejores novelas de la historia, pero como estamos aqui para dar citas, nombraré "Cien años de soledad", del nobel Gabriel García Marquez, y "La historia de Pascual Duarte", del también premio Nobel Camilo José Cela, ambas para leer y disfrutar varias veces, y porque no, "Rojo y negro" de Stendhal, por ser un ejemplo de prosa de primer orden. No se puede dejar de nombrar a J.M.Coetzee, pero así como los citados anteriormente tienen una novela de su primera etapa que nunca fueron capaces de superar, Coetzee mantiene un nivel similar en su obra. Puestos a elegir me quedo con "Esperando a los bárbaros".

En cuanto a la poesía reconozco no haber leido lo suficiente como para opinar, pero si decir que me gustó José Hierro y que estoy de acuerdo con haber premiado a Bob Dylan. Queda el ensayo, donde es muy dificil mencionar pensadores porque las ideas propias y los prejuicios nos impiden ser objetivos, mientras que en la novela es sencillo separar la obra de la ideología del autor. Es fácil que nos guste Albert Camus y Jean Paul Sartre al mismo tiempo pese a su continuo enfrentamiento, pero no alguien que escribe un ensayo para contradecir nuestras ideas. En cualquier caso diré que me gusta mucho Sócrates, que no escribió nada aunque otros nos contaron sus discursos, Nietzsche por la controversia que produjo, y por dupuesto José Saramago que sin ser ensayista, titulaba así sus obras porque no dejaban de ser un ensayo novelado, por ejemplo "Un ensayo sobre la ceguera"

Cualquier novela de la que logremos superar 30 páginas merece ser leída. Recomiendo recuperar todas las entrecomilladas, y si ya se leyeron y no se quieren repetir, ahí están nuestros contemporáneos Richard Ford, Paul Auster, Ian McEvan  o Fernando Aramburo con "Patria".... y muchos otros. ¡Que disfruten!

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