La crisis que tardó en llegar: así conoció el mundo el coronavirus (I)

Un hombre contempla una calle prácticamente vacía en Guatemala. / Twitter: Marvin del Cid
Un hombre contempla una calle prácticamente vacía en Guatemala. / Twitter de Marvin del Cid
MUNDIARIO explora cómo y cuándo llegó la noticia del virus a países de todo el globo. ¿Recuerdan qué pensaron la primera vez que supieron de él?
La crisis que tardó en llegar: así conoció el mundo el coronavirus (I)

Cuando el mundo despertó, el coronavirus ya estaba ahí. Eventos como la caída del Muro de Berlín o el ataque a las Torres Gemelas del WTC fueron tan visiblemente impactantes, fugaces y casi súbitos, que quienes los recuerdan también evocarán en dónde estaban y qué estaban haciendo cuando pasaron. ¿Y de la Covid-19? La pandemia desató una crisis a cámara lenta, iniciando desde China y expandiéndose de a poco por 181 de los 195 países reconocidos por la ONU, por lo que probablemente pasó desapercibida para muchos al inicio.  

MUNDIARIO entrevista a personas de ocho países distintos para conocer cómo se enteraron de la enfermedad, cuál fue su reacción y en qué momento se dieron cuenta que el desmadre iba enserio. 

Mario C.*- El Salvador

Mario C. conoció esta enfermedad en enero de este año, como prácticamente todos pese a que el virus ya brotaba en China desde noviembre. “Recuerdo que  escribieron en el chat del WhatsApp que tenemos del team de bici montaña sobre lo del coronavirus y que era algo hecho por el hombre”, relata Mario, un sobrenombre que solicita por temor a revelar su identidad pues El Salvador vive bajo una dictadura de facto, con Nayib Bukele avanzando en su metamorfosis de Robin Hood a Heinrich Himmler. Su reacción fue uniforme a la de los demás. “No me dio una idea de lo que realmente era, solo vi que era peligroso”, prosigue, para luego agregar que la recurrente exageración de los medios le hizo pensar inicialmente que el patógeno se quedaría rezagado.

No obstante, a medida que las noticias se fueron acumulando en forma de pilas de cadáveres, Mario sabía que ningún rincón podría escapar, ni siquiera “los más preparados”. “Cuando vi que esto era serio fue cuando en cuestión de semanas ya estaba en muchos países, el detonante fue ver que países muy preparados sufrían y no podían pararlo”, explica.

Bukele ha conseguido que su país tenga solamente 469 casos confirmados y 16 fallecidos, según La Prensa Gráfica en su plana digital del viernes 8 de mayo. Entremedias, ha colado un régimen en las antípodas de Maximiliano Hernández y tiene al país, literalmente, atado.

Carol B.- Estados Unidos

Para principios de año, Donald Trump proclamó que su inmaculada Administración tenía contenida la situación. En pleno mayo, las cosas se le han salido de las manos. De acuerdo a la Universidad de Hopkins, las cifras para el 8 de mayo en Estados Unidos llegaban a 1.254.276 contagiados y 75.559 fallecidos.

Empleados de Amazon protestan frente a la casa de Jeff Bezos tras la muerte de uno de sus colegas.

Empleados de Amazon protestan frente a la casa de Jeff Bezos tras la muerte de uno de sus colegas.

Carol, quien pide ocultar su apellido, trabaja en la industria sanitaria estadounidense y supo del virus desde enero. “Conversé con jóvenes que habían pasado sus vacaciones navideñas en China y ya traían la novedad de un virus que se iba expandiendo en ese país”, explica. Con años de experiencia en la industria y como la auténtica trotamundos que es, supo en el momento lo que se avecinaba. No obstante, tampoco ve razones para el descontrol de las personas.

“Lo que está haciendo esta cosa es lo que hace cualquier virus, no es nada nuevo”, comenta. El virus en sí no es el problema, sino la falta de preparación de las autoridades, sin exceptuar a las estadounidenses. “El presidente se rodea de gente que dice lo que él quiere escuchar y no toma en cuenta a aquellos que le aconsejan ir en otra dirección”, critica, “y así nos ha llevado a todos a la situación en que estamos. Trump sencillamente no ha sabido en ningún momento cómo gestionar el caos”.

Kiara Lin - Filipinas

La República de las Filipinas está a 3101 kilómetros de distancia de China. Pese a separación significativamente corta, la noticia del Covid-19 llegó tarde a las más de 7,000 islas que componen el archipiélago. Así lo relata al menos Kiara Lin. “Supe de él hasta febrero, cuando las personas hablaban de un virus originado en China”, explica. Por inédito que parezca, este retraso en la difusión mediática puede explicarse en el mismo Gobierno.

Rodrigo Duterte, jefe de Estado desde junio de 2016, tiene atados a los medios de comunicación del país. Esta semana sin ir tan lejos consiguió que el Parlamento nacional echara el cierre del grupo mediático opositor ABS-CBN, un movimiento temerario contra la libertad de prensa y que se asemeja a las mordazas de Viktor Orbán en Hungría. Con los medios dominados, el flujo de comunicación se compromete en cualquier país.

Manifestantes en Filipinas protestan por el cierre de ABS-CBN.

Manifestantes en Filipinas protestan por el cierre de ABS-CBN.

Como sea, Lin supo desde el inicio que el virus era para tomarse enserio. “Supe que iba a ser un problema cuando leí que China ocultó la enfermedad a todo el mundo y no hizo nada para detenerlo”, explica esta residente de Manila, capital del país. Kiara sabía que la teníamos enfrente cuando “no se tomaron acciones para garantizar nuestro bienestar”.

La Universidad de Hopkins calcula 10.463 casos confirmados y 696 fallecidos para el 8 de mayo de 2020.

Fernando Herring - Guatemala

“Leí del virus por primera vez en enero”, explica este estudiante de traducción jurada de 22 años. Como autor, de hecho admito que fue gracias a él que conocí el tema. “Le conté a mi mamá y a mi novia y me dijeron que era un cospiranoico y paranóico”, prosigue. Fernando fue probablemente de las pocas personas que se tomó esto enserio desde el punto de partida. 

Uno de los rompeolas para él fue un vídeo en el que se escuchaban a los habitantes de Wuhan gritar desde los balcones de sus apartamentos, cuando llevaban ya semanas de encierro ordenados por el régimen chino. Fernando lo tenía claro, la tormenta era solo cuestión de tiempo. “Cuando el virus empezó por Europa, y China empezaba con el confinamiento miraba las calles con nostalgia porque sabia que pronto no tendría la misma libertad”. La confirmación de sus temores llegó cuando empezó la cuarentena en países que él consideraba intocables, es decir, Europa.

Calzada de la Ciudad de Guatemala durante el toque de queda.

Calzada de la Ciudad de Guatemala durante el toque de queda.

Con un fuerte confinamiento que incluye cuarentena, toque de queda y prohibición para moverse entre departamentos (la forma en que está distribuido el territorio), el Gobierno de Guatemala no se arriesgó a jugar al gato y al ratón y mandó las medidas desde el primer caso confirmado el 13 de marzo. Para el 7 de mayo, el Gobierno tenía 832 casos confirmados, con 23 fallecidos. @mundiario

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