Covid-19: cuando las arañas tejen juntas, pueden atar a un león

Personal de Cruz Roja entregando mascarillas. / Mundiario
Personas con mascarillas. / RR SS
El patógeno que saltó a los humanos en Wuhan (China) a finales de diciembre provoca una neumonía que puede ser mortal en los casos más graves.
Covid-19: cuando las arañas tejen juntas, pueden atar a un león

Esta es la noticia que saltó a la prensa internacional. Una amenaza ignota. Algo tan imperceptible, capaz de poner nuestra fragilidad en jaque. Desde la racionalidad, me gustaría compartir unas reflexiones. La primera reflexión: poniendo la lupa sobre la Organización Mundial de la Salud. Conscientes de que vivimos en un mundo global donde las distancias se reducen a horas: con transporte, internet, movilidad de las personas suponen tanto una gran ventaja para el desarrollo personal y empresarial: como hándicap dibujando un escenario extremadamente  susceptible de padecer o bien ataques bacteriológicos, o pandemias... (y quién sabe qué otras situaciones). Este contexto debería estar contemplado por la OMS.

¿Los dirigentes en cada país se habían anticipado para tomar medidas internacionales efectivas? ¿Se han consensuado protocolos internacionales cuando en diciembre del 2019 se publica una gran amenaza en China? Estas cuestiones están hoy en la cabeza de muchos. En un mundo global todos somos vecinos. Esta es la primera pandemia que afecta exponencialmente al conjunto de nosotros… Mi pretensión ahora no es juzgar actuaciones, no tengo datos exactos para hacerlo ni tengo esa responsabilidad, pero sí querría apelar a la autocrítica como primer aprendizaje a presente y futuro.

31 de enero del 2020, Italia confirma sus dos primeros casos de Covid-19. Todos somos iguales ante una amenaza, y no existen protocolos de aislamiento y protección bajo un mismo criterio: a nivel global. Sin un protocolo internacional visible es normal que Italia adopte sus medidas, acertadas o desacertadas, esa será una cuestión para futuros análisis, y el resultado lo conocemos todos. El primer paciente en España se produce también el 31 de enero, en La Gomera y el 24 de febrero salta a la península. Unos 60 días más tarde que en China y casi un mes del primer caso en Italia. Los países afectados por esta pandemia adoptan medidas individuales y en algunos casos se cometen errores que ya se habían visto en otros países, por ejemplo, en tomar medidas de confinamiento dando tiempo a que los ciudadanos puedan cambiar de residencia.

En España, este 15 de abril teníamos 177.633 casos confirmados, 70.853 recuperados, 18.579 fallecidos. Marzo de 2020, del impacto en el producto interior bruto español como consecuencia de Covid-19 y las restricciones aplicadas en el país en los diferentes sectores económicos. El impacto económico podría oscilar entre los 9.500 millones de euros, en el mejor de los escenarios y los 55.000 en el peor de los casos.

España se ha convertido en el cuarto país del mundo en número de contagios de coronavirus solo por detrás de China, Italia e Irán. Hasta ahora, la cuarta plaza la ocupaba Corea del Sur, pero el país asiático ha conseguido reducir radicalmente el número de contagios y se ha convertido en un ejemplo de cómo afrontar una crisis sanitaria de esta magnitud. En el exitoso modelo surcoreano se mezclan medidas que giran alrededor de un enérgico programa de prevención y mitigación basado en análisis clínicos masivos donde la responsabilidad individual y las nuevas tecnologías desempeñan también un papel fundamental. Este modelo debería ser adoptada por la OMS como medida efectiva para los países más afectados. La rapidez en la respuesta de las instituciones, bajo un criterio global podría ser clave y evitaría la expansión.

Todos los ciudadanos, empresas, autónomos, etc. nos sacrificamos y solidarizamos. Colaboramos con el único objetivo de aportar y poner freno de esta pandemia. Las estimaciones más optimistas por parte de las autoridades esperan que este pico llegue a final de esta semana y las más pesimistas hablan de que podría llegar dentro de tres semanas. España tiene como referencias a China e Italia, los dos países que sufrieron el golpe del Covid-19 antes.

Hablamos de referencias y echo de menos una reacción que nos ayude a vencer esta pandemia evitando un freno radical en nuestro desarrollo económico. Si sabemos que la población con mayor riesgo comprende: personas que tienen más de 65 años, enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodepresión, embarazo... ¿por qué no valoramos ampliar la cuarentena exclusivamente a las personas de mayor riesgo y no a toda la población. De forma rigurosa, pero con enfoque en los perfiles de riesgos reales? Sin bajar la guardia por parte de los agentes de nuestra seguridad y además solicitando a la colaboración ciudadana para seguimiento y normalización de esta medida.

Aportar test a las empresas, con el objetivo de identificar los focos de contagio y ampliar la cuarentena a todas las personas afectadas. Además, la apertura de negocios con medidas estrictas y control sobre estas. Si se trata de hostelería: con desinfección de manos y guantes de un solo uso en entrada, limitando el aforo, y garantizar distancias.

Pequeño y gran comercio: el mismo protocolo que hoy se lleva a cabo en tiendas de comestibles y supermercados. Control del número de personas en la entrada e intensificar la desinfección. Hoy estas medidas se llevan a cabo en los servicios públicos y los establecimientos abiertos.

El profesional que los gestiona se ha adaptado y el ciudadano que los frecuenta sigue a rajatabla esta normativa. Mi reflexión es que tiene más alcance el cambio en la manera de hacer las cosas que el ampliar el encierro en los hogares a toda la población. El ciudadano saldrá a la calle con mayor cautela y colaboración. Estas medidas han de ser veladas por las Fuerzas de Seguridad del Estado con rigor. Hay que intensificar la limpieza y desinfección en hogares, entradas, ascensores, oficinas, etc. de nada sirve una mascarilla, unos guantes si no somos minuciosos en la desinfección en nuestro entorno y la protección así de nuestra familia. Estas medidas cambian nuestro escenario, nuestras vidas, y no han de entorpecer la gestión sanitaria. Tenemos la capacidad suficiente para llevarlas a cabo de forma efectiva y responsable. Si aislamos y protegemos al personal de riesgo y adoptamos medidas no veo incompatibilidad en la gestión de un supermercado, un estanco  con  un comercio o un negocio de hostelería.

La apertura de los negocios  no aportaría de inicio ventas suficientes  para mantener el empleo que estos generaban. La aplicación de los ERTE se aplicaría sobre una pequeña parte del personal y no sobre el total que es provocado si se mantiene el cierre de los negocios. Los ERTE afectarían a menos personas y por lo tanto no tendríamos que destinar recursos públicos a un número tan elevado, con las graves consecuencias que esto acarrea a corto plazo.

Me gustaría una reflexión gubernamental más abierta; hemos de gestionar esta pandemia sobre un efecto directo sobre la salud, ayudar a los servicios sanitarios en la gestión. Hemos de pensar en con qué gestionaremos los servicios públicos mañana si dañamos de gravedad nuestro tejido empresarial. Es responsabilidad de todos los ciudadanos sumar y cumplir cualquier medida que se tome. Es responsabilidad de todos los gestores políticos que tienen el honor de ocupar un escaño en nuestro parlamento. Desde el presidente de nuestro gobierno al último diputado. Todos tienen la responsabilidad de entenderse con un objetivo común: Trabajar sin color político para nosotros, los ciudadanos.

Que mañana, cada uno de nuestros políticos pueda mirar adelante y decir: “Sí, he hecho todo lo que estaba en mi mano, sin pensar en ideologías y oportunismos”. Ahora necesitamos ver avances en la gestión para equilibrar las medidas sanitarias y económicas. Cuando es obvio que no se pueden alcanzar los objetivos, no ajuste los objetivos, ajuste los pasos de acción. Confucio. @mundiario

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