En el corazón del valle del Lima encontramos la villa más antigua de Portugal

El puente de Ponte de Lima. / Manwell Carbalho
El puente de Ponte de Lima. / Manwell Carbalho

Se trata de Ponte de Lima, villa por decreto de la reina Teresa de Portugal desde 1125, con su peculiar y castiza belleza que esconde raíces profundas y leyendas ancestrales.

En el corazón del valle del Lima encontramos la villa más antigua de Portugal

Ponte de Lima es una pequeña ciudad de unos 45.000 habitantes, situada en el distrito de Viana do Castelo, al norte de Portugal. Tiene la categoría de villa desde que le fuera concedido este privilegio por carta de fuero en 1125, siendo la más antigua de Portugal. Debe su nombre al puente romano sobre el río Lima o Limia construido en época de emperador Augusto e integrado en la Vía Nova que iba de Braga a Astorga, reformado en los siglos XIV y XVI.

Es un centro productor del típico Vinho Verde, recurso económico propio de la zona del Alto Minho. También es una localidad orientada al turismo, muy visitada por los gallegos atraídos por su gastronomía y su patrimonio histórico y paisajístico, con muchos jardines y muy bien cuidados. Aquí cada año se celebra el Festival de los Jardines, un afamado certamen de carácter internacional.

Para potenciar el turismo, la Cámara Municipal de Ponte de Lima, de acuerdo con algunas quintas privadas, ofrece al visitante la posibilidad de recorrer su interior y sus jardines. Así podemos visitar: La Casa das Pereiras, que data del siglo XVII, perteneciente a la familia Magalhäes Lanços Abreu Coutinho, con un jardín de camelias centenarias; la Casa da Nosa Senhora da Lapa, de la familia de Los Calistos, con fuentes centenarias labradas en cantería, una explotación de vino verde y nobles escaleras, balaustradas y marcas heráldicas; y la Casa da Nossa Senhora da Aurora, perteneciente a los Condes de Aurora, reconstruida en el siglo XVII sobre un inmueble del siglo XIV, con unos extensos jardines barrocos y una lujosa capilla privada.

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