El consumismo acaba con algunos de los monjes budistas

Monjes budistas. / Pixabay
Monjes budistas. / Pixabay

La austeridad y la disciplina moral chocan con la actitud de algunos monjes, ya expulsados, que se jactaban de una vida de lujos, riquezas indecorosas y sexo.

El consumismo acaba con algunos de los monjes budistas

Austeridad, contemplación y disciplina moral. Se podría decir que estos tres aspectos son los pilares básicos del sistema filosófico y/o religioso del budismo. Una disciplina que niega explícitamente el concepto de un dios creador y que ve la vida como un proceso en constante cambio y cuyos cambios debemos debemos saber usar para mejorar nuestra vida.

Una de las enseñanzas básicas para conseguir usar los cambios de la vida a nuestro favor pasa por la mente, es decir, la meditación. A través de ella se pueden desarrollar estados mentales más positivos caracterizados por la calma, la concentración, la conciencia y emociones como la amistad, ecuanimidad y felicidad. Además de la meditación, las enseñanzas budistas abarcan los campos de la ética, el estudio filosófico, el trabajo social y el desarrollo del ser humano en todos sus aspectos: intelectuales, emocionales, espirituales y culturales.

Los lujos, las riquezas indecorosas y las relaciones sexuales no forman parte de la vida de un auténtico monje budista, pero esto no parece haber sido impedimento para que un grupo de monjes budistas que han mostrado su estilo de vida en un video de Youtube. El video del monje, que se ha identificado con el nombre que usaba antes de su ordenación religiosa, Wirapol Sukphol, desenvocó en una investigación del Departamento de Investigaciones Especiales de Tailandia, una unidad del Ministerio de Justicia de la nación asiática, y que descubrió un estilo de vida sumamente decadencia para el estilo budista.

Las autoridades rastrearon al menos US$6 millones en diez cuentas bancarias y la compra de 22 automóviles Mercedes Benz. Wirapol había construido una mansión en el sur de California, era dueño de una casa grande en su ciudad natal, Ubon Ratchathani, y también había hecho una réplica gigante de la famosa estatua del Buda de Esmeralda que se encuentra en el palacio real de Bangkok.

Este no es el único caso de budistas que, digamos, se pasan al lado oscuro. Y de hecho el número de ordenaciones de monjes ha caído abruptamente en los últimos años y varios templos pequeños no han podido autofinanciarse.

Un reportaje de la BBC da una pista, entre otras, sobre una de las dificultades a las que se enfrenta el budismo hoy en día. Y es que "antes de la llegada de la era de la globalización y las distracciones consumistas que la misma trajo consigo, era más fácil dedicarse a una vida monástica que desautorizaba todos los placeres materiales. Pero es más difícil ahora insistir en que los monjes deban renunciar a las comodidades tecnológicas como los teléfonos inteligentes y los viajes en aviones".

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