¿Conoces cuáles son los daños que provocan aguantar las ganas de orinar?

Te ha pasado que estás concentrado en tu trabajo, o desarrollando una actividad importante y aunque tengas ganas de ir al baño te aguantas hasta terminar lo que estás realizando y al final terminas corriendo con la vejiga a punto de explotar pero, ¿te has preguntado que daños podría ocasionar este mal hábito?.

1. Infecciones: nunca se debe pasar por alto que la orina, además de agua, incluye todas esas sustancias de desecho que el cuerpo no necesita y que los riñones se han encargado de filtrar. Así pues, en la vejiga esta toda una mezcla de pequeños residuos, de sustancias ácidas y amoníacos que, poco a poco, pueden dañar las paredes del tracto urinario y de la propia vejiga.

2. Agrandamiento de la vejiga: normalmente, la vejiga admite entre 150 y 220 ml de líquido (depende, claro está, de cada persona). Es en estas medidas cuando se activan unos receptores que avisan al cerebro de que ya es hora de acudir al baño y si no se toma en cuenta el líquido seguirá aumentando en las paredes de la vejiga, ensanchándola y causando diversos daños. Es algo peligroso que debes tener en cuenta.

3. Cálculos en los riñones: pocas dolencias son tan terribles como un cólico nefrítico. Hay personas más tendentes que otras a producir esos cálculos en los riñones pero, por lo general, el simple hecho de contener la orina es un factor que también puede determinar su aparición.

4. Reflujo vesico-uretral: es un problema bastante grave que es importante conocer y que también puede aparecer debido al incorrecto hábito de aguantar las ganas de orinar. Esta dolencia se genera cuando la orina, en lugar de ser expulsada al exterior después de estar un tiempo almacenada en la vejiga, regresa a la uretra y los riñones, ocasionando infecciones muy graves.