Las compras de Navidad pueden desencadenar un trastorno compulsivo

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En Navidad se dispara el consumo. La gente acude a los comercios con la idea de regalar, y ser regalado. Las compras se convierte en una actividad más en nuestro día a día.

Las compras de Navidad pueden desencadenar un trastorno compulsivo

En Navidad se dispara el consumo. La gente acude a los comercios con la idea de regalar, y ser regalado. Las compras se convierte en una actividad más en nuestro día a día. Debemos tener cuidado para que el hecho de comprar no se nos vuelva en contra y nos provoque más tristezas que alegrías.

 

La Navidad, esa época del año en que dejamos atrás todas nuestras rutinas y costumbres para lanzarnos de lleno a una vorágine de actividad sin freno. La Navidad es sinónimo de fiesta, reuniones con amigos, cenas con familia, y compras, muchas compras. Lo que empieza siendo una fiesta, puede terminar siendo un calvario.

El alto consumo que va asociado a esta época del año, se puede agravar en aquellas personas que sufren algún trastorno compulsivo relacionado con las compras. Así lo afirma la Asociación Española de Psiquiatría Privada (AEPP). Según estos expertos, el trastorno de compras compulsivas se puede volver crónico en el 60% de los casos durante la época navideña.

El Vicepresidente de la AEPP afirma que, debido a la insatisfacción general que se percibe como consecuencia de la crisis que estamos sufriendo, la población encuentra su válvula de escape en las compras compulsivas típicas de la Navidad.

El perfil de comprador compulsivo responde, en un 80% de los casos, al de mujer entre 40-60 años y ama de casa, que ha perdido toda motivación y sufre de algún trastorno obsesivo. En menor medida, el comprador compulsivo responde al perfil de trabajadores con un alto nivel de estrés o adolescentes que encuentran en las compras una salida al día a día que les toca vivir.

Según este estudio, tras la compra surge un pasajero sentimiento de bienestar, seguido de frustración y enfado. Los episodios pueden repetirse varias veces a la semana y, por lo general, se suelen mantener ocultos a sus allegados, debido al sentimiento de culpa y frustración que les genera.

Dado que esta época del año es propicia para la aparición de este tipo de trastornos, la sociedad debe ser consciente del peligro que esto conlleva. Pedir ayuda no es sinónimo de vergüenza ni debilidad. Dejarse asesorar por los expertos nos hace ser más realistas a la hora de abordar los problemas. Aquí tenemos unos consejos que nos pueden ayudar a la hora de evitar caer en las compras compulsivas navideñas:

  • Dejar la tarjeta en casa: a la hora de comprar, es mejor salir con el dinero en efectivo, así es más fácil controlar el gasto.
  • Establecer un presupuesto: poner límites nos ayuda a tener bajo control lo que podemos y no podemos gastar.
  • Plantearnos las siguientes preguntas: ¿realmente necesito esto? Esta prenda de ropa, ¿me la voy a poner? ¿Me sentiré realmente mejor después de la compra?
  • Hacer una lista con las compras: y ceñirnos por completo a ella. Si te das cuenta de que has comprado cosas inútiles por impulso, intenta comprender por qué lo has hecho. Y la próxima vez piénsalo dos veces antes de volver a hacerlo.
  • Comprobar siempre si se puede devolver un artículo sin coste adicional antes de comprarlo.
  • Pedir ayuda y acudir a grupos de apoyo: los especialistas son nuestros mejores aliados a la hora de luchar contra este tipo de trastornos. Comprender que no somos los únicos, nos hace ser más conscientes de nuestro problema y nos permite poner soluciones.

Ante la primera señal de alarma debemos ponernos alerta evitando así caer en una espiral de la que nos resulte más difícil salir. Brindemos por una Navidad sana y sin complejos, aceptando la realidad como es y no dejarnos llevar por la frustración que nos rodea.

 

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