Los compactos más radicales ofrecen potencias dignas de cualquier modelo deportivo

Mercedes GLA 45 AMG
El nuevo Mercedes GLA 45 AMG

El nuevo Mercedes GLA anima el mercado de vehículos compactos con la brutal versión AMG que marca, por ahora, el techo de prestaciones de su emergente segmento.

Los compactos más radicales ofrecen potencias dignas de cualquier modelo deportivo

En el año 1999, muchos nos echamos las manos a la cabeza cuando Audi presentó su primer S3 con una potencia de 210 CV, lo que le llevó al primer puesto de las prestaciones y a las carpetas de miles de adolescentes. Lejos estaban los muchachos de Ingoldstat de prever las consecuencias de la guerra que acababan de desatar. Mientras tanto, Mercedes se defendía en el segmento compacto con la Clase A, a medio camino entre urbano y monovolumen, pero muy alejada de las dinámicas versiones de la competencia.

Debido al éxito de ventas y expectación creadas por el S3, muchos fabricantes asumieron el reto, vitaminando sus compactos a cifras de potencia inimaginables pocos años antes. Mientras la barrera de los 200 CV tardó muchos años en derribarse (salvo limitadas series derivadas de competición como el añorado Lancia Delta HF Turbo), el camino hacia los 300 parecía recorrerse con extraordinaria rapidez. De hecho la segunda generación del S3  en 2005, ya ofrecía 265 CV, seguido muy de cerca por los 250 del Golf R32, o los 240 de León Cupra y Astra OPC.

BMW se suma a la fiesta

Si hay un fabricante que se caracteriza por su deportividad ése es BMW, por tanto nadie dudaba que su nueva serie 1 apostaría fuerte en su entrada a este segmento. Así en 2006 se destaparon con el 130i y 265v, para un año después y en versión coupé reventar la mítica barrera de los 300 con el 135i de 306 CV. A partir de ahí se inició una breve tregua sólo interrumpida por el genial Focus RS de 300 CV  en 2009 con su inconfundible color verde eléctrico, en recuerdo del “verde Le Mans” de los 70.

Durante este período la competencia fue recortando las distancias, por lo que en 2011 asistimos a un nuevo golpe en la mesa por partida doble. Así, BMW presentó la versión M del serie 1 coupé con 340 CV, que fue rápidamente contestada por Audi con el RS3 que igualaba la potencia.

Mercedes entra en guerra

Mientras la competencia mantenía una dura pugna por ofrecer el compacto más deportivo, Mercedes vivía ajena a la batalla ofreciendo una nueva versión de la Clase A que mejoraba cualitativamente el anterior modelo pero mantenía la poco deportiva estética monovolumen. Todo ello cambió en 2012, momento en que los responsables de Stuttgart optaron por dar un giro de 180º y entraron en la batalla con la nueva Clase A, con un diseño agresivo y deportivo. Dado que las expectativas estaban por todo lo alto, no dudaron en pedir ayuda a su “primo de Zumosol” particular, así AMG recibió el encargo de crear un vehículo capaz de plantar cara a la competencia, y nació el Clase A 45 AMG de 360 CV.

Como las guerras se ganan batalla a batalla, Mercedes no ha dudado en trasladar toda su tecnología al derivado “todocamino” GLA, en un segmento en el que gran parte de la competencia apuesta por versiones más familiares. Así el único rival destacable es el Audi Q3, con 310 CV, mientras que el Range Rover Evoque y el BMW X1 más potentes se conforman con 240 CV. Sin embargo desde Munich no dan su brazo a torcer y anuncian que el BMW X1 de 2015 plantará cara a la competencia.

El origen de la potencia

Es evidente que para obtener estas cifras de potencia en motores tan pequeños como el del GLA (1.991cm3) es necesario un derroche de tecnología. La cifra de potencia por litro de cilindrada (181CV/litro) es digna del mundial de ralis. Así, estamos ante un motor con turbocompresor con tecnología Twinscroll (heredado de la competición),  inyección directa de gasolina con inyectores piezoeléctricos, sistema de encendido con chispa múltiple, así como el uso de materiales revolucionarios, como la tecnología Nanoslide, que recubre los cilindros con una capa de sólo 0,1 mm de espesor para reducir las masas y la fricción. Gracias a ello se consigue una potencia de 360CV y un par de 450 Nm lo que catapultan al estilizado todocamino a unas prestaciones de infarto. A todo esto hay que sumar el mimo del montaje manual individualizado de cada motor, fruto de la filosofía AMG “un hombre, un motor”, que queda patente con una placa firmada en el motor con la firma del mecánico que lo ha montado.

Aunque cada vez es un poquito más difícil elevar el listón, sólo estamos asistiendo a un capítulo más de esta guerra. No cabe duda de que algún fabricante lo logrará, lo que invitará al resto a superarlo y vuelta a empezar. En Ingolstadt ya suenan tambores de guerra con un nuevo RS3 que promete volver a elevar el listón. Es muy complicado saber donde estará el límite viendo la brutal evolución a la que hemos asistido en poco más de 10 años, pero para hacerse una idea de las cifras que manejamos, todo un mito como el Porsche 911 Carrera actualmente a la venta, rinde la nada despreciable cifra de 349 CV.

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