Los campesinos japoneses del siglo XIX gestionaban la selección de sexos

En el medio rural en Japón durante el siglo XIX se realizaban de forma habitual infanticidios con el fin de ajustar el número de hijos y el sexo de los mismos según las propiedades.
Los campesinos japoneses del siglo XIX gestionaban la selección de sexos

Casa rural japonesa del siglo XIX / www.factsanddetails.com

Durante el siglo XIX  los campesinos japoneses gestionaban el tamaño y el sexo de su descendencia en función del tamaño y fertilidad de sus propiedades rústicas. Con una precisión sorprendente formaban así sus familias.

Un pequeño propietario tendría así  un hijo y una hija,  mientras que una pareja de campesinos con mayores propiedades tendrían dos hijos y una o dos hijas. El orden en el nacimiento se pautaba de forma que el primer nacimiento fuese una niña y el segundo un niño, ya que pensaban que la hermana mayor cuidaría así de los siguientes hermanos.

El segundo nacimiento sería un varón, que heredaría las tierras de su padre, cuando este se retirase, de manera que el hijo fuese aún lo suficientemente joven para que no se hubiese ensoberbecido antes de llegar al poder.

Otro caso sería cuando los progenitores eran mayores, pues tendrían menos posibilidades de tener descendencia. En esta situación, sí aceptaban que el primer hijo fuese un varón e incluso se sentían afortunados.

Como era imposible predecir el sexo del bebé antes de su nacimiento, únicamente podían alcanzar estas precisas metas reproductoras mediante la práctica sistemática y habitual del infanticidio. La técnica se realizaba mediante asfixia del bebé con papel mojado y se denominaba "mabiki", que significa "cortar las plantas de un jardín tupido".

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