De cómo los implantes cerebrales pueden ayudar a tratar la depresión severa

Implante cerebral. RR SS.
Implante cerebral. / RR SS.
Un estudio reciente ha revelado que los dispositivos podrían ser la opción perfecta para aquellos pacientes que no ven resultados con otros métodos, como los fármacos, la psicoterapia o las sesiones de electroshock.
De cómo los implantes cerebrales pueden ayudar a tratar la depresión severa

Los implantes cerebrales pueden ayudar a tratar la depresión severa. Así lo ha dejado claro un estudio reciente, publicado en la revista American Journal of Psychiatry y que ha querido dar luz sobre los beneficios de estos dispositivos en los pacientes que no ven resultados con otros métodos, como los fármacos, la psicoterapia o las sesiones de electroshock.

El informe, en el que han trabajado investigadores psiquiátricos, expone los resultados de un experimento con 28 personas, a quienes se les implantó un electrodo y han estado estudiando por 8 años. 

En esa línea, los científicos han detallado que el tratamiento funciona al colocar el dispositivo en la zona de la corteza cerebral que desarrolla mucha actividad, algo típico en las personas con depresión severa.

El electrodo –que va conectado a una batería que se coloca en el pecho- hace llegar una corriente eléctrica a esa región, denominada área 25 de Brodmann, por lo que su actividad se paraliza y las personas experimentan un alivio de los síntomas.

Los resultados son realmente llamativos: los pacientes reportan que se sienten bien en general y han conservado su mejoría inicial. 

“Lo más impresionante es la respuesta sostenida”, ha subrayado Darin Dougherty, director de neuroterapia del Hospital General de Massachusetts. “Eso no se ve con ninguna otra cosa en esta depresión severa. El hecho de que hayan tenido a toda esta gente bien durante tanto tiempo es lo importante”, agrega. 

La investigación supone un punto a favor en la lucha contra la depresión, sobre todo porque, hasta ahora, este tratamiento con implantes -conocido como estimulación cerebral profunda- ha estado limitado a pacientes que padecen el mal de Parkinson y que requieren controlar sus temblores. @mundiario 

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