Coca-Cola y Pepsi pagan chantajes para cubrir sus vínculos con la obesidad

Coca Cola.
Coca Cola.

Las dos gigantes de los refrescos carbonatados dan grandes sumas de dinero incluso al Gobierno para que los datos no salgan a la luz, revela un estudio estadounidense.

Coca-Cola y Pepsi pagan chantajes para cubrir sus vínculos con la obesidad

Lo mismo que les sucedió a las tabaqueras hace años hoy se produce con el azúcar y los refrescos carbonatados. La propagación de la epidemia de la obesidad tiene en alerta a las autoridades sanitarias a nivel mundial y las bebidas como Coca-Cola y Pepsi están entre los principales señalados. Cada lata de estas bebidas, que en muchos países tienen impuestos extra para contrarrestar el incesante y adictivo consumo de la gente, contiene 40 gramos de azúcar, 15 más de la cuota diario aconsejada por la Organización Mundial de la Salud. La industria ha reinventado su presupuesto para luchar contra este desperfecto.

De acuerdo a un estudio científico publicado hoy en Estados Unidos, esa lucha no se va precisamente por la vía recta o saludabel. Según la publicación, las dos gigantes financiaron fundaciones dedicadas a combatir la obesidad y/o promover una alimentación saludable a fin de que éstas cambiaran sus informes respecto al consumo tanto de Coca-Cola y Pepsi y hacerlas ver menos nocivas de lo que realmente son. De esta forma, las dos empresas pretendían que las críticas científicas hacia sus productos disminuyeran.

Dentro de las tres protectoras de los refrescos en Estados Unidos están a Asociación de Diabetes de EE UU y la Fundación de Investigación de la Diabetes Juvenil, y la Sociedad Americana de Cáncer. Pero la lista de nombres propios tiene otros tantos miembros como la AMA, la Cruz Roja, y el Centro de Control de Enfermedades, esta última la agencia gubernamental que tiene como fin proteger la salud y promover buenos hábitos. Pero el dinero no fue sólo a fundaciones e instituciones gubernamentales sino también a universidades, como la de Washignton, Georgia y, por increíble que parezca, la de Harvard.

"Nos hemos centrado solo en organizaciones que operan en EE UU a nivel de todo el país, así que el número de entidades que reciben fondos de estas dos empresas en todo el mundo debe ser mucho más alto, de cientos o incluso miles", comenta Daniel Aaron, investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston y uno de los coautores del estudio. La investigación fue publicada por la American Journal of Preventive Medicine, nada menos que la revista científica de medicina preventiva de Estados Unidos.

Un caso especialmente llamativo es de la fundación Save The Children, que apoyaba los impuestos a los refrescos hasta 2010, luego de Coca-Cola y Pepsi le dieran 5 millones de dólares a cambio de su bendición. La ONG tuvo que salir rápidamente a desmentir tamaña acusación, argumentando que "formaba parte de una coalición que trabajaba para pedir la aplicación de dicha tasa y la abandonó cuando la prioridad en Save the Children Estados Unidos pasó a ser la educación infantil".

Coca-Cola gastó casi seis millones de dólares en promedio entre 2011 y 2014 en este tipo de inversiones. Pepsi, por su cuenta, la mitad de esa cifra y la Asociación de Bebidas de Estados Unidos, un millón, según revela el estudio.

Pero pese a la jugosa tentación, el trabajo recuerda que hubo asociaciones que sí respetaron a sus clientes y al público. La Academia de Dietética y Nutrición, la Academia de Pediatría de EE UU y otras menores rechazaron en 2015 vender su opinión a Coca-Cola, por lo que los responsables del trabajo sostienen que su ejemplo debería ser seguido por las demás.@hmorales_gt

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