Charo Porto: ¿Firma relacionada con grupos sectarios o sensacionalismo mediático?

Carta y firma de Rosario Porto, utilizadas en el cotejo grafológico
Carta y firma de Rosario Porto, utilizadas en el cotejo grafológico.

Para el autor se ha destapado la caja de pandora, que explota el desconocimiento que de estos temas tiene gran parte de la opinión pública. ¿Qué hay de cierto en todo ello?

Charo Porto: ¿Firma relacionada con grupos sectarios o sensacionalismo mediático?

"Análisis caligrafico" en el que se intenta determinar que tipo de personalidad tiene un sujeto. Peritos calígrafos que ejercen como grafólogos, misteriosos códigos alfanuméricos de seguridad y sociedades secretas... Se ha destapado la caja de pandora, que explota el desconocimiento que de estos temas tiene gran parte de la opinión pública. ¿Qué hay de cierto en todo ello?

 

Estos días estamos asistiendo a una gran confusión mediática entre los términos peritos calígrafos y grafólogos, a raíz del programa de televisión, donde se analizaba una carta escrita desde la cárcel de Teixeiro, A Coruña, por Charo Porto, la madre de la niña Asunta, asesinada en Santiago de Compostela.

Un anális pericial caligráfico es aquel en el que se busca cotejar un escrito o firma cuestionada (o dubitada en el argot pericial), con otra que no lo esté (indubitada). Estas últimas pueden provenir o bien de cuerpo de escritura realizado ante presencia judicial, o bien de escritos intervenidos por fedatarios públicos. Lo que se busca en este caso es solamente conocer si el autor del escrito es el mismo en ambos o bien, se trata de una falsificación.

Un análsis grafológico o grafopsicológico, estudia la personalidad del sujeto a través de su grafía. También puede determinar si un escrito ha sido o no realizado de forma espontánea, bajo presión, etc.

Son cosas por lo tanto totalmente distintas y se han mezclado a raíz de la información errónea proporcionada en TV, que indicó que se había realizado un estudio caligráfico y su autora era perito calígrafo. Muchos medios se hicieron eco de eso y ahora asistimos a informaciones como que “Peritos calígrafos relacionan la firma de Charo Porto con grupos sectarios”. Una falta de sentido en un análisis pericial caligráfico.

En el análisis grafopsicológico que realicé para MUNDIARIO, anticipábamos a través de los números y letras que figuraban en el sobre que contenía la carta de Rosario Porto, unos rasgos de personalidad de la sujeto. Hoy, podemos decir que ese estudio se ha visto corroborado con el análisis del cuerpo de escritura y firma estampados en la carta.

De este modo, frente al orden aparente con el que se realizan los márgenes, con sangría al início de párrafo, podemos observar puntos y aparte subordinados, indicativos de que la sujeto teme perderse o desorientarse en el mundo de las ideas.

La dirección de las líneas del cuerpo de escritura es ascendente, mientras que la firma está realizada de manera horizontal. Esto contrasta vivamente con el ascenso con el que se realizaron las firmas de meses anteriores a que se produjera el crimen. El estado de ánimo de la autora no es tan optimista como pudiera parecer.

Y es en el campo de la firma, donde se han vertido todo tipo de teorías. Desde que corresponden a una persona miembro de un grupo sectario, hasta que se trata de un código alfanumérico “usado por seguridad?????”. Es muy curioso, porque como se puede comprobar en la imágen, la combinación de ese código deber variar con los meses, ya que en julio era 781 (si volteamos la imagen y vemos números en lugar de letras, como nos indicaban en la explicación televisiva). Nadie parece darle importancia a que los grafemas iniciales de la firma sean una doble R, totalmente incoherente con el nombre y primer apellido de la autora RP. ¿Será cosa del código?

Para este perito, lejos de explicaciones decimonónicas de pertenecencia a sociedades secretas, propias de una grafología del siglo XIX, habría que buscar la explicación en la época en que nos encontramos, el siglo XXI, donde la grafología se ha demostrado como poderosa aliada para detectar cierto tipo de enferemedades mentales.

De este modo en la firma podemos observar lo siguiente:

- La autora escribe el primer grafema de su nombre: R.

- A continuación el segundo, que sería compatible con la inicial de la sílaba RIO.

- A este le sigue la letra I mayúscula.

- Unida a la anterior, de una manera poco coherente y reflejando el temor que tiene la autora a perder el hilo de sus pensamientos, se une la O.

La firma (y no rúbrica como también se dijo en televisión, ya que esta firma carece de ella), finaliza con una “t” minúscula, que se encuentra encabezando su primer apellido. PORTO. La mezcla de mayúsculas y minúsculas también se aprecia en otras partes del escrito. Mientras que en la línea inmediatamente anterior, podemos apreciar una L también torsionada y propia de sufrimiento psíquico.

El texto y la firma, a mi leal saber y entender, reforzarían las conclusiones del artículo anterior, donde ya se indicaba cierto desequilibrio psicológico.

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Nota de la Redacción: El autor de este artículo tiene una formación universitaria de más de 10 años en Criminología, Criminalística, Pericia Caligrafica, Documentoscopia, Grafoanálisis y Grafopatología y ejerce como docente y perito judicial en el Gabinete Pericial INPEVAL.

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