CAVERNA: El periodista Martín Ferrand informaba y cuando informaba, no opinaba

El periodista Manuel Martín Ferrand / Jaime García (ABC).
El periodista Manuel Martín Ferrand / Jaime García (ABC).

Los periodistas no de entonces sino de ayer, de hoy todavía, no confunden nunca, ni antes se les habría publicado nada parecido, información y narración, salvo si cultivábamos el reportaje.

CAVERNA: El periodista Martín Ferrand informaba y cuando informaba, no opinaba

 “(…) un antro subterráneo y hombres     que desde la infancia sólo pueden ver…un muro semejante al de los charlatanes (quienes) pasan llevando objetos de madera de toda clase… de suerte que aparecen sobre el muro… por un fuego cuyo resplandor los alumbra…”

(Platón)

Los obituarios solo le hacen justicia. Una gran mayoría recuerda a Martín Ferrand, el periodista gallego que practicó todos los géneros y en todos los medios brilló. Formaba parte de una generación de periodistas simplemente periodistas, que cuando informaban no contaban ni opinaban.

    Los periodistas no de entonces sino de ayer, de hoy todavía, no confunden nunca, ni antes se les habría publicado nada parecido, información y narración, salvo si cultivábamos el muy difícil y genuino reportaje, cuyos mejores exponentes dieron nombre, años después, al boom del “nuevo periodismo”, el de siempre.

    No atenúa el desmadre “empático” circunscribir tales excesos a las exigencias del periodismo audiovisual. Cuando se trata de periodismo, no vale invocar el “calor humano” y la “complicidad”, guiño muy acertado en este caso. 

    Nos referimos a los informativos, cada día más tele y menos diarios. 

    Los periodistas no deben “contar” sino, exclusivamente, informar, despersonalizándose, incluso difuminando su imagen cuanto sea posible.

    Mucho menos todavía es tolerable que se repita “Nuestro país. Tenemos buenas noticias de la Champions. No se pierdan el histórico encuentro que se juega aquí, en la …X”.

    Otra insufrible matraca atruena con el “nacionalprovincianismo”, por el estilo de “España es uno de los países más desarrollados. Los atletas españoles han dado un paso de gigante sobre las pistas del mundial. El cine español está de moda en USA. Al Cervantes ya se lo conoce como el Nobel español. La roja  -¿por qué no la amarilla, pues este color predomina en la bandera?- a punto de volver a conquistar el mundo, Los jóvenes investigadores españoles triunfan en los más famosos laboratorios, Madrid confía en que se haga al fin justicia a su envidiable candidatura olímpica….”

    “Hasta luego. Volvemos mañana”

    Insistamos. En un informativo no es legítimo personalizar y, en modo alguno, opinar. Se opina en las columnas firmadas y no en la labor diaria propia de los redactores.

    Deséchese el torpe anglicismo de llamar artículos a todo lo que aparezca en un medio informativo.

    Discúlpennos. Hoy nos hemos dedicado a mirarnos el ombligo profesional, porque no hay ninguna noticia, es decir, ningún hecho novedoso, todavía.

    

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