Caso Maxwell: Epstein y Maxwell tuvieron relaciones sexuales con una niña de 14 años

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell. / RR SS.
Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell. / RR SS.
El "juicio de la década" ha comenzado y una de las víctimas, Jane (nombre ficticio) ha contado su experiencia con el fallecido magnate y la mujer que le suministraba menores y que está siendo juzgada.
Caso Maxwell: Epstein y Maxwell tuvieron relaciones sexuales con una niña de 14 años

Fría mañana en Nueva York, la del lunes 29 de noviembre. Medios de comunicación y curiosos observadores esperaban frente al Tribunal Federal del Lower Manhattan. El calificado como “juicio de la década” estaba a punto de comenzar y medio mundo estará, durante 6 semanas, pendientes de lo que allí se declare.

La enjuiciada, Ghislaine Maxwell, de 59 años de edad, amante y luego amiga de Jeffrey Epstein, está acusada de seis delitos que incluyen tráfico sexual de un menor, tentación y transporte de menores para que participen en actos sexuales ilegales y tres cargos de conspiración. Esta empresaria fundadora de la ONG medioambiental TerraMar Project, que llegó a presentar su proyecto ante la ONU, hija del magnate británico de la comunicación en Reino Unido, Robert Maxwell, un checo hallado muerto en Tenerife en 1991, desnudo y flotando en el agua junto a su yate, tendrá que demostrar que entre 1994 a 2004 no conspiró con Jeffrey Epstein para traficar con menores de edad.

Han pasado dos años desde que Epstein fuese encontrado muerto en su celda del Centro Correccional Metropolitano (MCC, por sus siglas en inglés) ubicado en Manhattan y un año desde que la señora Maxwell entrase en prisión provisional en el Metropolitan Detention Center de Brooklyn a la espera del juicio que ha arrancado esta semana.

Maxwell ha sido descrita por la fiscalía como mano derecha de Epstein, su confidente, su cómplice y su facilitadora de niñas con el fin de que él pudiera satisfacer su voraz apetito sexual. Ahora, el jurado popular, formado por 12 personas y 6 suplentes, que quedó constituido el lunes a las 12:30 horas de la mañana, deberá dictaminar si Maxwell es culpable o inocente.

La jueza de distrito, Alison Nathan, que instruye el caso aconsejó al jurado en el primer día de juicio que mantuviese “la mente abierta hasta que termine el juicio" […] No deben llegar a ninguna conclusión hasta que tengan todas las pruebas ante sí”.

Ghislaine Maxwell llegó a su primera sesión del juicio escoltada y sin esposas desde la cárcel de Brooklyn. Vestía un suéter color crema y pantalones negros, tal y como describen en The New York Times. El juicio no podrá ser grabado pues en los tribunales federales no se permite el acceso a las cámaras. La prensa y los curiosos con esta caso Maxwell, podrán  seguir las sesiones por un circuito cerrado de televisión desde salas anexas, a las que accederán desprovistos de móviles y otros dispositivos electrónicos.

Los fiscales del caso pertenecientes al Distrito Sur de Nueva York abrieron esta primera jornada del juicio representados por Lara Pomerantz, ayudante de la fiscalía de dicho distrito, quien se inició con la historia de Jane, nombre ficticio para identificar a una de las víctimas y parte de la acusación. Relató que Jane conoció a Epstein y Maxwell a la edad de 14 años cuando ambos visitaron un campamento de verano para niños talentosos. Lo que Jane no sabía entonces, dijo Pomerantz, era que "este hombre y esta mujer eran depredadores". Para Jane, la reunión "fue el comienzo de una pesadilla que duraría años", dijo.

Jane conoció a Epstein y Maxwell a la edad de 14 años cuando ambos visitaron un campamento de verano para niños talentosos. Lo que Jane no sabía entonces, dijo Pomerantz, era que "este hombre y esta mujer eran depredadores". Para Jane, la reunión "fue el comienzo de una pesadilla que duraría años".

En el segundo día de sesión del juicio, este martes de finales de noviembre, Pomerantz insistió en que Maxwell “se aprovechó de jóvenes vulnerables, las manipuló y las empujó a ser abusadas sexualmente”.

“A veces, ella misma estaba en la habitación de los masajes, y a veces tocaba los cuerpos de las niñas. Incluso cuando no estaba presente en la habitación, no se equivoquen: sabía exactamente lo que Epstein iba a hacer con esas niñas después de hacerlas entrar en la sala”, dijo la ayudante del fiscal, Lara Pomerantz. Epstein y la señora Maxwell “idearon un esquema piramidal de abusos”, sentenció Pomerantz, escondido bajo la palabra “masaje”. "Llamarlo masaje fue una artimaña", dijo Pomerantz, "una artimaña diseñada para hacer que las niñas toquen a Epstein, una excusa para que Epstein toque a las niñas". La ayudante del fiscal, Pomerantz, dijo que los masajes se intensificarían y que Jeffrey Epstein tocó a las niñas, a veces con un juguete sexual, y otras veces tuvo relaciones sexuales con ellas.

Por otro lado, Pomerantz hizo alusión a la preparación que llevaba a cabo Maxwell de las niñas, es decir, las llevaba de compras, se ganaba su confianza preguntándoles sobre sus vidas, la escuela, sus amistades… y habló de “acicalamiento” como la estrategia que usan los depredadores para tratar de romper la resistencia de una víctima potencial a una conducta abusiva.

Por su parte, la abogada defensora de Ghislaine Maxwell, Bobbi C. Sternheim, arrancó su declaración de apertura describiendo al señor Epstein como un mecenas de las artes y "partidario del talento joven", como el que tenía Jane (nombre ficticio). Incluso, indicó la abogada, proporcionó un apartamento en Manhattan para ella y su familia.

La abogada continuó argumentando que “los cargos que se le imputan a Ghislaine Maxwell son por cosas que hizo Jeffrey Epstein, pero ella no es Epstein”.

Ghislaine Maxwell durante un evento de mujeres inspiradoras.

Ghislaine Maxwell.

En la segunda sesión del juicio, la defensa encabezada por la abogada Sternheim descalificó a priori el testimonio de las cuatro testigos, de las que dijo que “actúan por dinero para cobrar millones [de dólares] del fondo creado para las víctimas de Epstein […] Su recuerdo de los hechos es lejano, ha sido manipulado y no puede ser corroborado por otros testigos o contrastado con otras pruebas”, sostuvo la letrada, para quien Maxwell no es sino “el chivo expiatorio que está siendo juzgada en lugar de Epstein”.

El primer testigo del caso Maxwell

Larry Visoski es el primer testigo llamado a declarar. Se trata de uno de los pilotos de Epstein que trabajó para él por más de 25 años. Visoski transportó regularmente a Epstein en uno de los jets privados del financiero entre sus residencias en Nueva York, Florida, las Islas Vírgenes de EE UU, Nuevo México y París. Dichos viajes se realizaban “casi cada cuatro días”, según el propio piloto.

En su declaración, en el segundo día de juicio, Visoski describió a Maxwell como la "número dos" de la trama. "Epstein era el gran número uno".

Visoski reconoció a Jane, nombre ficticio de una de las víctimas, como pasajera de uno de los vuelos de Epstein. Y, en este segundo día de juicio, Jane también testificó. Dijo que Epstein abusó de ella en las propiedades del magnate en Florida, Nuevo México y Nueva York, y en ocasiones involucró a otros grupos de personas, incluyendo la acusada, Ghislaine Maxwell.

Según las declaraciones de Jane en el juicio, al principio, la señora Maxwell parecía una figura de hermana mayor: "extraña y peculiar,  pero era agradable ". Jane dijo que la señora  Maxwell la llevó al cine y a comprar camisas y un suéter de cachemira, y a Victoria's Secret para ropa interior: "ropa básica" como "calzoncillos de algodón blanco".

Otro día, cuando todavía tenía 14 años, testificó Jane, estaba hablando con el señor Epstein en su oficina cuando él le dijo que podía presentarle agentes de talentos y "hacer que las cosas sucedan" para ella. Luego, "abruptamente" terminó la conversación, tomó su mano y dijo: "Sígueme", mientras la guiaba al interior de la casa de la piscina. Dentro, dijo Jane, Epstein la llevó a un sofá y se quitó los pantalones de chándal. La puso encima de él y "procedió a masturbarse", testificó con voz entrecortada, tal y como indican en The New York Times. Una vez que terminó, dijo, fue a un baño a limpiarse y luego "actuó como si nada hubiera pasado". "Estaba congelada de miedo", dijo Jane. "Estaba aterrorizada, me sentí asquerosa y avergonzada".

Poco después de ese incidente, dijo Jane, la señora Maxwell se unió a ellos en el dormitorio de Epstein; mientras los dos adultos se tocaban, la guiaron para que se uniera a ellos. En visitas posteriores, Maxwell y Epstein llevaron a Jane a la sala de masajes de la casa, donde Maxwell explicó cómo le gustaba que le masajearan a Epstein.

Jane, que ahora es una mujer adulta, declaró haber escondido dichos abusos por vergüenza y, más adelante, por miedo a ser penalizada en su trabajo en Hollywood.

Jane, que ahora es una mujer adulta, declaró haber escondido dichos abusos por vergüenza y, más adelante, por miedo a ser penalizada en su trabajo en Hollywood.

Maxwell, presente también en esta segunda sesión del juicio, como lo estará en las posteriores, ha sido descrita en las crónicas como “nerviosa” en este segundo día. Vestida con pantalón negro y jersey beis, lucía también mascarilla blanca. Su nerviosismo pareció notarse porque se ponía y quitaba las gafas continuamente, se tocaba la frente y el cabello y pasaba muchas notas a sus abogados.

Maxwell sigue manteniendo su inocencia y su abogada ha llegado a alegar que “desde que Eva tentaba a Adán con la manzana, se ha culpado a las mujeres del mal comportamiento de los hombres”. @opinionadas en @mundiario

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