Un capitán y su destino: Pablo Costas, su pasaporte y Yemen

Dos de los tripulantes del buque Cobija, retenido en Yemen.eldiario.es
Dos de los tripulantes del buque Cobija, retenido en Yemen. / eldiario.es

¿Será el miércoles 1 de septiembre el día que, finalmente, Pablo Costas Villar  pueda emprender viaje de regreso a Galicia?

Un capitán y su destino: Pablo Costas, su pasaporte y Yemen

Con el pasaporte que las autoridades yemeníes le devolvieron el pasado fin de semana en su bolsillo debidamente diligenciado (sellado), Pablo Costas Villar espera -como lo hace también su familia de Bueu (Pontevedra)- a que alguien tome la decisión para su marcha definitiva de ese Estado fallido que es Yemen, sumido como país en una guerra civil que desgasta cada día más la población más pobre de toda la zona. A Costas le han practicado pruebas para detectar  si está libre de coronavirus y en las últimas horas ha hecho algún desplazamiento al que fue hasta ahora "su" barco para instruir al capitán que le va a relevar en el mando del mismo.

Si el destino del buque no está nada claro -a pesar del nombramiento de nuevo capitán- tampoco lo está el mañana de Costas Villar. Y todo ello a pesar de que existe la casi total seguridad de que los diplomáticos españoles y los representantes consulares de España en Riad casi garantizan su salida en las próximas horas con destino a El Cairo (Egipto) y de aquí a Vigo o Santiago de Compostela, vía Madrid.

Fondeado en el puerto de Al Mukalla, en el sur de Yemen, el  Cobija espera también su próximo destino. Este pasa, según informaciones no oficiales, por el pago de las deudas contraídas por el propietario del barco con el consignatario en Al Mukalla de la compañía Precision Shipping Services. que había adquirido recientemente el navío a su anterior propietario por 300.000 dólares estadounidenses. Tal compra se llevó a cabo cuando el Cobija -entonces supuestamente perteneciente a una empresa boliviana- navegaba a órdenes, es decir, sin un destino concreto: pescaban y congelaban las capturas en las cámaras frigoríficas de las que está dotado el buque y que preservan el pescado de las tórridas temperaturas de hasta 45º que se alcanzan fácilmente en Yemen y que han hecho que los tripulantes que mandaba Pablo Costas y él mismo durmieran sobre colchonetas distribuidas por la cubierta que compartían con ratas y cucarachas.

pesca ilegal

Acusado por Australia y la organización medioambientalista Sea Sepherd de practicar pesca ilegal de merluza negra en aguas del Atlántico Suroeste controladas por la SEAFO, solo un juzgado yemení condenó al capitán a tres meses de retención a bordo del buque. Pero nadie ha podido comprobar los fundamentos de esa condena -recurrida por otro juzgado de rango superior al primero- y los que utiliza Sea Sepherd para mantener la acusación de pesca ilegal en la que se basa asimismo Australia no pasan de meras suposiciones. 

En Bueu confían en las seguridades dadas por Costas de que no realizaban pesca ilegal. Pero los armadores no han hablado en ningún momento. Ni siquiera para defender sus propios intereses. Callan y en el mar su silencio se entiende como que otorgan. En los comentarios de los profesionales de la mar, especialmente los gallegos dedicados a la pesca de altura, mencionan la península de O Morrazo o la ciudad de Vilagarcía cuando se refieren a los verdaderos armadores del Cobija. Lo mismo que sucedía cuando, hace unos años, los medios de comunicación se referían al famoso "Thunder", buque calificado de pirata y con órdenes expresas de captura de Interpol, hundido por sus tripulantes tras meses de navegación perseguido por una  patrullera australiana. También, como en el caso del Cobija, se hablaba de sociedades interpuestas que ocultaban al verdadero propietario del navío (domiciliado en Ribeira y fallecido el año pasado). 


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Por el Ministerio de Asuntos Exteriores nada se ha dicho del futuro en España de Pablo Costas Villar, pero sí se ha hablado de posibles vinculaciones a la pesca ilegal, que Costas ha negado y que aquellos que han reclamado su repatriación por el Gobierno español no aceptan sin ninguna prueba que así lo determine. 

¿Será el miércoles 1 de septiembre el día que, finalmente, Pablo Costas Villar  pueda emprender viaje de regreso a Galicia? Confiemos en que sí y que le ceremonia de la confusión existente en estos momentos no sea otra cosa que tratar de evitar acciones en Yemen que puedan perjudicarle más todavía. @mundiario

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