Cáñamo, presente y ¿futuro?: ventajas y sorpresas de esta planta

La prohibición del cannabis se lleva por delante todos los usos del cáñamo, a costa de no permitir el cultivo de sus semillas más allá de casos excepcionales.

Cuando oímos hablar del cáñamo, nos suelen venir a la cabeza cosas como ropa ecológica, desde luego marihuana (las semillas feminizadas del cáñamo son lo que conocemos como marihuana) y quizás a los más puestos en  gastronomía alguna receta que usa sus semillas para hacer hummus, pan o ensaladas con cáñamo, o como una fuente muy potente de proteínas o hidratos de carbono. Pero los usos del cáñamo son casi infinitos, algo más que probado por la trayectoria de una planta usada desde  tiempos inmemoriales.

Se cree que el cáñamo fue usado para fabricar papel hasta el año 1883, y que por lo tanto más del 90% del papel estaba fabricado con ese material, un papel que por cierto es superior en calidad, más resistente, y se puede reciclar más y de manera más efectiva que el de madera.

Otro uso para el que se reclama la vuelta del cáñamo a la “legalidad” es la fabricación de biodiesel. Se sabe que tanto Henry Ford como Rudolf Diesel pensaron en sus motores funcionarían con biodiesel (uno de sus primeros motores diesel funcionaba con aceite de cacahuete), y no con derivados del petróleo. El uso de un biodiesel derivado del cáñamo tendría ventajas como la autosuficiencia, su no toxicidad, que es biodegradable, que no hay escasez, y que además extiende la vida de la maquinaria en la que se inserte. Pero aquí no acaban las ventajas y las sorpresas de esta planta.

Ahora que se habla tanto sobre transgénicos y seguridad alimentaria, estaría bien recordar que el alto valor nutritivo del cáñamo no sólo beneficia a los humanos, sino que los animales domésticos y el ganado o las aves también podrían beneficiarse de esta maravilla nutritiva que además se ha demostrado que hace que los animales necesiten comer menos y digerir de manera más eficiente.

La prohibición del cannabis se lleva por delante todos estos usos del cáñamo, a costa de no permitir el cultivo de estas semillas más allá de casos excepcionales o de estados o países que comienzan a contemplar el uso del cannabis como alternativa terapéutica o incluso desde una perspectiva recreativa.  Cuando se abre una puerta, aunque sea pequeña, muchas realidades en este caso muy positivas pueden sumarse a esa entrada de aire fresco.