Cake Minuesa, el único periodista que osó preguntar ¿pedirán perdón los asesinos?

Cake, dirigiéndose a los etarras liberados por la doctrina Parot.
Cake, dirigiéndose a los etarras liberados por la doctrina Parot.

La mayor concentración de asesinos de la historia de España se reunió en Durango. No habría preguntas. Solo Cake Vinuesa se atrevió a preguntar por el perdón a las víctimas.

Cake Minuesa, el único periodista que osó preguntar ¿pedirán perdón los asesinos?

La mayor concentración de asesinos de la historia de España, a sus espaldas nada menos que 309 muertos, se reunió  para dar una rueda de prensaen el Kafe Antzoki, antiguo matadero de Durango. Paradoja de que lo que fuera un matadero alojara a los 63 carniceros excarcelados tras la derogación de la  controvertida doctrina Parot. 63 etarras recién salidos de la cárcel que representaron un ritual deleznable colocados como para una foto para el recuerdo que se permitieron el descaro de “exigir” amnistía para sus compañeros y “derecho a decidir” para el “pueblo vasco”,  denunciando haber sido objeto "de las leyes y medidas de excepción y testigos del dolor y la muerte causados por la dispersión", para escarnio de sus víctimas.

Pero lo que es realmente repugnante es que se autorizara el acto, porque que se sepa ninguno de los presentes ha renegado de su pertenencia a la  ETA,  ni ha abandonado las armas. ETA sigue siendo una banda terrorista, y por lo tanto, todos los que pertenecen a ella, hayan cumplido o no con la justicia, deben de ser considerados como tales, por lo que su reunión cuyo fin era publicitarse como víctimas del Estado a través de los medios de comunicación, era una auténtica apología del terrorismo.

Cuando se habla tan ampulosamente de la cadena perpetua revisable de los países europeos suele omitirse decir que para que se cumpla  eso de “revisable “ debe atenerse a tres supuestos fundamentales: arrepentimiento y perdón a las víctimas, reparación económica y colaboración con la justicia. Nada de eso vimos ahí, y con respecto al supuesto de la colaboración, recordar que hay tres centenas de asesinados por ETA sin juzgar, que se resolverían con  información que con toda seguridad poseían estos amnistiados que antes comparecían con capuchas bajo boina negra y con el logotipo de la serpiente asesina detrás, por no decir que muchos de los culpables de estos delitos no juzgados  probablemente estaban posando en la foto de marras.

ETA impuso su guión. Sin preguntas. Todo estaba  controlado, el escenario, el impacto en los medios retransmitido por los dóciles periodistas.… Leía el “comunicado” Kubati, con  más de 20 asesinatos entre ellos el de Yoyes, la exetarra que se rebeló contra el terror, ante su hijo de tres años. Escalofriante. Pero, Cake Minuesa, periodista del grupo Intereconomía, ya terminado el acto, se rebeló y  cedió el protagonismo de los 63 etarras a las 309 víctimas mortales. ¿Qué pasa con ellos? ¿Nadie va a pedir perdón?.. Haciendo la obvia pregunta que cualquier periodista con sentido común tendría que formular.  Se adueñó de la atención de las cámaras y llegó a la conciencia de una inmensa mayoría de españoles que no tenía ni idea de lo que dijeron los etarras en el matadero, ni les interesaba, pero compartían todas y cada una de las palabras que dijo Cake y se identificaban plenamente con la valiente reacción del periodista.

La intervención del periodista de Intereconomía desafiando a los miembros de la banda es uno de los gestos más dignos y valientes que han conmovido a esta nación, acostumbrada a ver como se vapulea sin descanso a las víctimas, pero sobre todo ha sido un gesto que ha dejado en evidencia a los periodistas que no secundaron el grito de libertad y justicia que elevó el Sr. Minuesa, salvo unos tímidos aplausos (la enviada  de TVE ni eso), los cobardes  permanecieron mudos y ni se marcharon cuando expulsaron de forma violenta  a Cake.  Tampoco expresaron una sola expresión de queja o denuncia posterior...

Minuesa, ell único periodista que les increpó ante sus miradas huidizas, representó la dignidad y la razón de la sociedad española, y sobre todo les propinó una bofetada de profesionalidad a muchos periodistas y consumidores de prensa que desprecian y  calumnian a  los medios que no son afines a sus ideas. Que aplauden y toleran  cualquier nuevo medio de izquierdas pero que rechazan e intentan prohibir todo lo que provenga de la otra banda. Curiosamente Cake trabaja para una cadena de derechas  a la deriva, cuyo tiro de gracia lo ha dado otra cadena conservadora, cadena con graves problemas de financiación que no salvará el gobierno que le debe tanto,  que no se reflotará con aportes institucionales  como se hizo con cadenas de izquierdas ni será  salvada absorbida por otra “ no vaya a ser que...”

Las principales cadenas de televisión, y periódicos estatales ni siquiera dieron la noticia. El día de Durango, el Telediario de TVE abrió con que bajaban las temperaturas". Una vergüenza. No podía dejar de agradecer su acto.

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