Benzodiazepinas: una amenaza sanitaria más allá de los opiáceos

Benzodiazepinas. Haberturk.com
Benzodiazepinas. / Haberturk.com

Un estudio reciente ha revelado que el número de muertes por sobredosis vinculadas a estos medicamentos psicotrópicos se han multiplicado casi por nueve entre 1999 y 2015, pasando de 1.135 a casi 8.791.

Benzodiazepinas: una amenaza sanitaria más allá de los opiáceos

La crisis de los opiáceos no es la única que amenaza el sistema sanitario de Estados Unidos. A la dramática epidemia que ha cobrado la vida de miles de personas en las últimas décadas se suma un nuevo enemigo: las benzodiacepinas. Un estudio reciente ha revelado que el número de muertes por sobredosis vinculadas a estos medicamentos psicotrópicos se han multiplicado casi por nueve entre 1999 y 2015, pasando de 1.135 a casi 8.791.

La investigación, desarrollada por los investigadores Anna Lembke, Jennifer Papac y Keith Humpfreys, y publicada en el New England Journal of Medicine, ofrece una conclusión contundente: la adicción a los opiáceos puede dar el salto a otras sustancias. En esa línea, los expertos han subrayado que los números de los últimos años son especialmente dramáticos.

En ese sentido, el análisis detalla que entre 1996 y 2013, el número de adultos a los que se les recetó un fármaco de estas características se incrementó en un 67%, y la cantidad recetada superó tres veces su número, pasando de 1,1 kilos de medicamento por cada 100.000 adultos a 3,6 kilos.

En el otro extremo, resulta preciso tener en mente que la crisis de las benzodiazepinas no solo ha tenido una terrible repercusión social, si no también económica. Los números señalan que el gasto de Medicaid en estos medicamentos se incrementó en 40 millones de dólares entre 1991 y 2009, pese a la caída de precios por el mayor consumo.

Drogas. alleastafrica.com

Drogas./ alleastafrica.com

Pero… ¿qué son las benzodiacepinas?

Según explica el informe, se trata de fármacos psicotrópicos, que tienen efectos sedantes, ansiolíticos y como relajantes musculares, por lo que se recetan para una variedad de enfermedades que pueden ir desde la ansiedad o el insomnio hasta espasmos musculares. Algunos de sus compuestos más populares son el Lorazepam o el Diazepam, con marcas como Valium o Xanax, tal como apunta el diario español El Economista.

El gran problema es que estos medicamentos tienen un mejor amigo peligroso: los opiáceos. A menudo estos fármacos vienen en conjunto, lo cual aumenta en gran medida los riesgos. De hecho, tres de cada cuatro muertes por benzodiazepinas incluye también el consumo de sustancias basadas en el opio. Y por si fuera poco, de acuerdo a cifras expuestas por los investigadores, al 17% de los recetados con benzodiazepinas se les prescribe también algún tipo de opiáceo.

"Los pacientes que usan opioides son más dados a consumir dos o más fármacos ilegales o sin prescripción, a tomar benzodiazepinas no recetadas y a consumir drogas por vía intravenosa", advertía hace unos meses el informe de la Comisión Presidencial para combatir la adicción a las drogas y la crisis de opiáceos. Sin embargo, parece que a pesar de la emergencia sanitaria, las campañas y el grito de la sociedad, el panorama continuará nublándose. @mundiario  
 

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