Benedicto XVI lega tras su pontificado una obra de indudable valor intelectual y espiritual
El Papa Benedicto XVI / Ammar Abd Rabbo via Compfight
La decisión tomada por el Papa Benedicto XVI no ha sido frecuente a lo largo de la historia de la Iglesia, pero esa rara voluntad de renuncia debe ser examinada con comprensión en un hombre de casi 85 años al que el báculo de Pedro pesa por sus muchas responsabilidades y dedicaciones.
Bien es cierto que no se trata sólo de gobernar la Iglesia católica, sino de hacerlo con fuerte espiritualidad. A Benedicto XVI, por su edad y por los quebrantos sufridos en los últimos años, debido a los escándalos de todos conocidos, se ha hecho muy dura una tarea que requiere una gran vitalidad y dedicación plena.
Tras su pontificado nos lega una obra de indudable valor intelectual y espiritual. Ahora, según sus palabras, será la vida recogida y la oración las que marquen su quehacer cotidiano. Ojalá su esfuerzo no resulte vano y sirva para una mayor concordia entre todos los creyentes.
