Begoña Vila: 'Según la genética, la respuesta farmacológica de cada persona es diferente'

Begoña Vila. / Mundiario
Begoña Vila. / Mundiario

La farmacéutica Begoña Vila, colaboradora de MUNDIARIO, opta como analista clínica a un puesto de vocal en su colegio profesional. En esta entrevista analiza su sector a fondo.

Begoña Vila: 'Según la genética, la respuesta farmacológica de cada persona es diferente'

Farmacéutica comunitaria en Muxía (A Coruña), licenciada en Farmacia -rama ecológica por la Universidad de Santiago de Compostela- y especialista universitaria en ortopedia, Begoña Vila Vázquez también es analista clínico y colaboradora de MUNDIARIO. Precisamente esa última faceta de analista puede llevarle a ocupar un puesto de vocal en el colegio de A Coruña.

- ¿Por qué decidió presentarse a las elecciones?

Me mueve el amor que siento por mi profesión, y mi reto es que la profesión farmacéutica camine hacia un servicio asistencial de elevado valor profesional y sanitario al paciente, asegurando una farmacia sostenible para un sistema sanitario fuerte y de todos. Uno de mis objetivos prioritarios es mi total disposición a escuchar a todos los colegiados, las ideas, la inquietudes, las dudas... que tengan,  y desde la vocación de servicio que me empuja a presentarme, procurar resolver los problemas de la profesión, rápida y eficazmente. Otro de mis objetivos prioritarios es actualizar los conocimientos relacionados con la profesión, y facilitar al farmacéutico su tarea como informador sanitario, en beneficio de la salud de la población.

- ¿Cuál es el papel del farmacéutico en los análisis clínicos?

- La profesión farmacéutica en España tiene una gran tradición y reconocimiento por parte de las autoridades y lo que es aún más importante, de la sociedad. En nuestro país somos alrededor de 62.000 farmacéuticos los que ejercemos nuestra labor sanitaria en diferentes campos, entre los que se encuentran los análisis clínicos, modalidad en donde en un laboratorio, el farmacéutico ejerce su actividad profesional, que puede ser privada, o trabajar para la administración sanitaria. El analista se limita a dar unos resultados a través de la emisión de un informe en base a una petición del médico, sobre determinados parámetros analíticos, y con esos resultados el médico los valora y los utiliza en su tarea profesional para establecer un diagnóstico al paciente. El farmacéutico que ejerce de analista clínico, con sus conocimientos y preparación universitaria, garantiza a los ciudadanos unos niveles de calidad básicos en la realización de las determinaciones procedentes del cuerpo humano, con una finalidad clínica y con la emisión de los correspondientes informes.

- ¿Un análisis clínico requiere siempre de una interpretación médica?

- Es el médico, quien de cara al paciente ha de evaluar los resultados que el analista ha emitido en un informe, y que junto con otras pruebas que considere necesarias, le ayudarán a establecer un diagnóstico, como ya he dicho anteriormente.

- ¿Qué problemas tienen planteados los analistas clínicos en estos momentos?

- Más que decirlo yo, quiero escuchar a todos. Uno de los motivos que me empujan a presentarme es mi vocación de servicio hacia la profesión, por lo que si salgo elegida, lo primero que haré será sentarme con mis compañeros a escucharlos, a que me hagan partícipe de sus ideas, de sus inquietudes, de sus problemas, para así afrontar la problemática que tengan y buscar soluciones rápida y eficazmente, y tomar medidas en donde sea necesario actuar. Por supuesto, siempre buscando el consenso con la profesión y con la Administración.

- Una de las primeras pruebas de laboratorio fue la prueba de embarazo, inventada por Carlos Galli Mainini en 1948. ¿Cuál es la última? ¿Qué es lo más 'in' en su especialidad?

- Como analista clínico que soy, llama poderosamente mi atención la evolución que las determinaciones genéticas, que a través de un examen genético permiten evaluar la predisposición hacia determinadas enfermedades hereditarias basándose en el genoma humano. Destacaría también que en función de la variabilidad genética la respuesta farmacológica de cada persona es diferente. Esto es la farmacogenómica, o estudio de  las variaciones genéticas que determinan la respuesta terapéutica de las personas. Ya Charles Hepler en el año 1985 expuso sus ideas de la profesión introduciendo el concepto de atención farmacéutica. Hoy en día, y tras la finalización del proyecto Genoma Humano y teniendo presentes las aplicaciones relativas al fármaco, a su seguridad y a su eficacia, el farmacéutico, tiene la posibilidad de reducir la morbilidad y mortalidad prevenibles relacionadas con el medicamento, analizando de una forma predictiva o anticipada aquellas variantes genéticas asociadas a efectos adversos y a una no respuesta.

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