Europa en alerta: reportan 14 casos de botulismo tras operaciones en Turquía

Una paciente hospitalizado. / Pixabay
Una paciente hospitalizado. / Pixabay

La inyección de toxina botulínica intragástrica bloquea un neurotransmisor que provoca el retraso del vaciamiento gástrico y la inducción de saciedad temprana, lo que supone una pérdida de peso.

Europa en alerta: reportan 14 casos de botulismo tras operaciones en Turquía

El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha alertado de la detección de un brote de al menos 14 casos de botulismo (12 en Alemania, uno en Austria y otro en Suiza) en pacientes que viajaron entre el 22 y el 25 de febrero a Estambul (Turquía) para someterse a una operación para perder peso que consiste en inyectar toxina botulínica en el sistema digestivo.

La inyección de toxina botulínica intragástrica en animales y humanos se emplea en ocasiones como tratamiento para la obesidad. Su efecto incluiría el retraso del vaciamiento gástrico y la inducción de saciedad temprana, lo que disminuye la ingesta y por consiguiente, se pierde peso. Sin embargo, presenta más riesgos que otras operaciones de adelgazamiento. Ante esta situación, el ECDC ha hecho un llamamiento a todos los países europeos “a notificar cualquier información que pueda ser relevante en relación a este brote”.

En el caso de España, según ha informado este martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, hasta el momento no se ha detectado “ningún caso” de botulismo relacionado con el brote, sin embargo, las autoridades europeas mantienen la “máxima vigilancia”, pues temen que salgan a la luz más casos, “teniendo en cuenta la posible variación en la presentación clínica de la enfermedad botulínica”.

Por ello, el ECDC recomienda a las personas que hayan viajado a Estambul para realizarse este procedimiento y presenten síntomas compatibles con botulismo (debilidad, dificultad para respirar y/o tragar) “busquen asistencia médica de forma urgente”.

Grupo de WhatsApp

La inyección intragástrica de toxina botulínica suele costar unos 8.000 euros en España y menos 2.000 en Turquía, según sostiene El País. Asimismo, las investigaciones sitúan el centro del brote en una clínica de Estambul.

Las primeras alertas saltaron en Alemania hace aproximadamente una semana. Los 12 casos detectados en dicha nación corresponden a “adultos de media edad procedentes de varias regiones del país”. Sin embargo, no se trata de turismo sanitario, pues las entrevistas con los afectados revelan que el viaje fue organizado por los propios pacientes, que “contactaron con la clínica mediante un grupo de WhatsApp”.

El caso de Austria es una mujer entre los 25 y 44 años que recibió este tratamiento en el mismo centro sanitario de Estambul el 22 de febrero. Fue hospitalizada de vuelta a su país con síntomas de botulismo (ptosis, disfagia, disnea, debilidad en el cuello, debilidad muscular generalizada).

Por último, el caso de Suiza, notificado a través de Francia, es también una mujer, en este caso de 45 a 64 años, quien recibió una inyección intragástrica de botulismo en la misma fecha y clínica.

Alerta de la OMS

No es la primera vez que el ECDC investiga episodios similares de botulismo, pues estos brotes, a veces relacionados con toxina botulínica de contrabando o sin licencia, han sido detectados en el pasado tras su uso en distintos tipos de intervenciones en países como Egipto y Turquía.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en agosto del año pasado una alerta tras detectarse durante los meses anteriores lotes de toxina botulínica fraudulentos comercializados de forma irregular en Jordania y Turquía (mayo), Kuwait y el Reino Unido (junio) y Polonia (julio). Sin embargo, el ECDC “desconoce si alguno de estos lotes está relacionado con el brote”.

Las autoridades europeas alertan de que “los síntomas del botulismo pueden ser muy graves y requerir ingresos en unidades de cuidados intensivos”, así como la administración de una antitoxina. Incluso cuando se dispone de estos tratamientos, la recuperación completa suele tardar semanas o meses, tal y como recuerda el ECDC. En el caso del botulismo de origen alimentario, entre el 5 y el 10% de los casos son mortales. @mundiario

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