La autora más leída del mes de junio en MUNDIARIO fue María Fidalgo Casares

María Fidalgo Casares. / Manuel Patinha
María Fidalgo Casares. / Manuel Patinha

La autora ferrolana, doctora en Historia por la Universidad de Sevilla, consiguió que su artículo Ferrol, ciudad natal de Echevarría, ignora el reconocimiento al héroe del monopatín, fuese lo más leído.

La autora más leída del mes de junio en MUNDIARIO fue María Fidalgo Casares

María Fidalgo Casares repite como autora más leída de manera consecutiva. Sus artículos se colocan entre lo más leído mes tras mes y en esta ocasión, un sentido artículo sobre la trágica muerte del español Ignacio Echevarría y la actitud de los gobernantes de Ferrol, le ha hecho merecedora nuevamente de esta distinción.

— ¿Cómo califica que en España haya quien se niegue a admitir en público la heroicidad de Ignacio Echevarría? Usted de refirió al Concello de Ferrol liderado por Jorge Juan Suárez, de Ferrol en Común, uno de los tentáculos de Unidos Podemos.

— Inaudito.Parece mentira que el odio llegue a esos extremos. Mezquino me parece que se relativizase el hecho de su nacimiento como pretexto. Aunque tengo grandes diferencias con esta formación política nunca quise escribir una palabra sobre ellos, pero esto me superó. Fui atacada duramente por afectos a esta órbita toda la semana pero lo volvería a hacer. Además parece que los vecinos estaban resignados pero cuando MUNDIARIO dio la voz de alerta y toda España se hizo eco de ello, se organizó un acto ciudadano independiente que me llenó de orgullo.

— En su artículo apunta a que el cristianismo, religión que profesaba Echevarría, no es del agrado de En Ferrol en Común, y que puede ser uno de los motivos de la negativa al homenaje –negativa inicial, hemos de indicar–. ¿En España hay vergüenza a la hora de expresar sentimientos religiosos, más aún si son católicos? ¿Considera que es una religión perseguida no solo por los radicales islamistas, sino, dentro de España, por los sectores políticos y sociales más radicales? 

— No están en contra del cristianismo como creencia "abstracta" pero son completamente anticlericales y  se constata una especial saña en humillar a la Iglesia católica. Esto no es nuevo ya que desde el siglo XIX los ataques por parte de la izquierda española a la Iglesia han sido recurrentes en épocas convulsas, que llegó al paroxismo en la Segunda República y Guerra Civil con la gran destrucción del patrimonio y la violencia brutal ejercida contra sus miembros. Algo que se sigue ocultando o incluso negando o justificando. Un artista contratado en la celebracion del año Murillo sostiene sin recato que esta violencia "fue un happening vanguardista"... y no pasa nada. Sorprende que se ataque a la iglesia tildándola de reaccionaria y se pida tanto respeto a los islámicos que lapidan mujeres, condenan a muerte a los homosexuales  y no respetan los derechos humanos básicos. No hay un solo país islámico democrático. Otro ejemplo reciente de humillación a la iglesia son los desmanes en el Orgullo Gay y la ridiculización de sus símbolos. Curioso como hasta los organismos públicos exhibieron las banderas multicolores pero se muestran muy cicateros con los símbolos de Cristo en Navidad o Semana Santa, que no dejan de ser también unas celebraciones culturalmente españolas mucho más celebradas numéricamente que el Orgullo. La derecha española es una acomplejada. pero tienen motivos porque la izquierda se lanza a la yugular ante cualquier defensa a la religión, la unidad de España o la lengua española, entre otros temas.

— Escribió usted un artículo sentido, bonito y respetuoso. Enhorabuena por ser la más leída. 

— Bueno, como he dicho antes, no quería involucrarme en la política de mi ciudad pero tuve que hacerlo porque  considero que los que tenemos el poder de publicar nuestras opiniones,  en cierta manera tenemos una responsabilidad con los valores en los que creemos. No podía dejarlo pasar. Pero gracias a MUNDIARIO y a los lectores que siempre me respaldan y me dan distinciones como esta, tengo la certeza de que mis acciones y escritos no caen en saco roto y me dan ánimos para seguir.

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