El autor más leído del mes de noviembre en MUNDIARIO fue Juan José Prieto

Juan José Prieto, colaborador argentino de Mundiario. Mundiario.
Juan José Prieto, colaborador argentino de MUNDIARIO. / Mundiario.

Por tercera vez consecutiva, uno de sus artículos está entre los más leídos. La nota titulada "Una madre tucumana, utilizando un bisturí, cortó el cuello de sus dos hijos" fue la más leída en MUNDIARIO en noviembre, lo que prueba el interés por este tipo de temas sociales y con un toque siniestro.

El autor más leído del mes de noviembre en MUNDIARIO fue Juan José Prieto

El colaborador de MUNDIARIO Juan José Prieto, farmacéutico en Tres Algarrobos, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina; fue el autor más leído en este periódico  digital durante el mes de noviembre. Su artículo titulado “Una madre tucumana, utilizando un bisturí, cortó el cuello de sus dos hijos”, con el subtítulo “Nadia Fucilieri, por nueve meses, realizó impedimento de contacto contra el padre de sus hijos por ‘miedo a que él terminara fugándose con ellos’. Finalmente, ella los mató por venganza”, fue el más seguido, lo que prueba el interés del público por este tipo de temas que pueden causar un gran impacto emocional, especialmente, en el ámbito social.

- ¿Qué te llevó a escribir sobre este caso en concreto?

- En principio porque no creo en este modelo impuesto de que la mujer es un ser carente de violencia; este caso concreto es un evidente ejemplo de que el humano es humano, con sus virtudes y defectos, más allá del género.

Creo que la violencia de género es un modelo, la violencia humana es la realidad; con esto quiero enfatizar que el paradigma vigente determina, sin matices intermedios, la apreciación de la realidad, por lo que no existe una percepción objetiva y real de este fenómeno social, sino que la apreciación  de los hechos se ve teñida, enmarcada o tamizada por este esquema controlado por seres tan peligrosos -feministas radicales- como los que sostienen el patriarcado, llegando a descalificar otras opciones más amplias, objetivas, saludables, justas e igualitarias, tanto para niños, mujeres y hombres (no me gusta en lo absoluto el ‘Ni una Menos’, prefiero ‘Ni una Persona Menos’).

- Por tercera vez consecutiva, eres el autor más leído de MUNDIARIO ¿Cómo te sientes con este logro?

- Lograr un ‘hat trick perfect’ no es cosa de todos los días, por lo que les estoy muy agradecido a quienes me leen, aprecian el contenido, no tienen prejuicios y me alientan; y también a quienes me lanzan algún mensaje insolente o de mal gusto sin darse la posibilidad de analizar otra opción (estoy convencido que esos seres son unos violentos encubiertos).

- ¿Qué buscas despertar en la sociedad al escribir este tipo de temas?

- Lo que busco es simplemente mostrar que lo que se ha impuesto no es tan real ni objetivo, que hemos avanzado en muchos ítems pero no en la relaciones humanas; estoy convencido que estamos estancados. Le sacamos el poder al hombre y se lo dimos a la mujer: los dos modelos son una dictadura, que como en el caso planteado no solo generan hijos huérfanos de un padre vivo sino que los eliminó.

También, esta entrevista me parece una oportunidad para poner en escena el estudio longitudinal Dunedin que concluyó, entre otras cosas, que las mujeres pegan a los hombres tan a menudo como los hombres a las mujeres. Su director, Richard Poulton, expresa “una cosa que siempre me ha sorprendido es que mientras los hombres pueden pegar más fuerte, las mujeres adultas pueden pegar muy fuerte cuando la víctima es un niño”.

Los polémicos resultados de este estudio han sido confirmados por otros en EEUU, Inglaterra, Canadá, Israel y Corea del Sur, del que surge que la diferencia está en la fuerza del varón; cuando este pega ellas terminan en el hospital.

Esto empata con algunas expresiones de Erin Pizzey, la fundadora de los Refuge, primeros refugios para mujeres golpeadas, y de allí extendidos por todo el mundo, quien también de niña padeció la violencia de su madre y quien concluyó que las mujeres pueden ser tan despiadadas, destructivas e irresponsables como los hombres.

Pizzey sostuvo, entre otras afirmaciones, que las mujeres a quien acogía eran tan violentas, o más, que sus parejas y que las feministas radicales han convertido a la violencia doméstica en una gran industria. Estas definiciones le valieron que sus congéneres la atacaran y amenazaran de muerte hasta el extremo que tuvo que abandonar su país, junto a sus hijos.

Para finalizar, remarco que estoy a favor de la igualdad, y estimo que la mejor opción es los dos padres haciendo por el hijo, cada uno aportando en su formación, esencia e identidad; la experiencia y los hechos me indican que mamá no siempre es la mejor opción. @mundiario

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