El autor más leído del mes de noviembre en MUNDIARIO fue Fernando Ramos

Fernando Ramos, autor de MUNDIARIO. Archivo.
Fernando Ramos, autor de MUNDIARIO. / Archivo.

El periodista, profesor y columnista logra coronarse en el top de los más leídos gracias a su artículo “¿Qué pinta en los viajes de Estado la mujer de Pedro Sánchez?”, donde nos dice de forma rápida y concisa que en España no existe el papel de primera dama.

El autor más leído del mes de noviembre en MUNDIARIO fue Fernando Ramos

El autor de MUNDIARIO Fernando Ramos se convierte en el más leído del mes de noviembre gracias al artículo “¿Qué pinta en los viajes de Estado la mujer de Pedro Sánchez?”. Este periodista, profesor y autor lleva un tiempo desempeñándose como columnista de este medio y en varias ocasiones ha logrado ubicarse en el top de los más leídos.

“La cónyuge del jefe de Gobierno carece de estatuto jurídico alguno, y menos de segunda dama. Es una ciudadana particular sin rango oficial”, explica Ramos en el subtítulo de su artículo, donde explica de forma muy rápida y concisa el papel de la esposa del presidente de Gobierno.

- ¿Cómo te sientes al recibir una respuesta tan positiva de parte de los lectores que te convierten en el más leído del mes?

-Es siempre muy estimulante que lo que escribes, sobre todo en un medio tan selectivo como MUNDIARIO, sea seguido por tantos lectores. Es el ideal que todo periodista persigue: que lo lean. Los periódicos, de papel o digitales (si bien estos menos por la facilidad de recuperar archivos) son productos efímeros. La actualidad se sobrepone a sí misma y lo novedoso ya es viejo a las pocas horas. Pero hay temas especialmente agradecidos, lo que demuestra que es un asunto que interesa y conecta con amplias capas de la sociedad. Esto me recuerda una lección que el gran Indro Montanelli nos daba a los jóvenes periodistas: “Vuestro primer deber es interesar, y nunca aburrir”.

- Escribes en MUNDIARIO desde hace un tiempo. ¿La libertad de expresión que guía a este medio digital ha sido determinante en tu continuidad?

- Yo creo que el gran éxito de MUNDIARIO es lo que los fotógrafos llaman “la apertura de foco”. Es decir, en una misma edición conviven opiniones y análisis diversos sobre un mismo asunto, pero siempre con argumentación y respeto. Yo soy, aparte de un colaborador más, un voraz lector de todos los contenidos y dedico mucho tiempo a leer y releer lo que escriben los otros. Te diré con franqueza que luego de mi larga trayectoria por todos los medios de Galicia, es en MUNDIARIO donde me hallo especialmente cómodo, sabiendo que no voy a tener problema alguno con lo que escribo. Pero te diré más, leyendo a los otros mejoro y conformo mis propios juicios.

- Tu artículo es muy breve, pero eres completamente claro sobre el papel -inexistente- de la esposa del presidente del Gobierno. ¿Qué te motivó a escribirlo?

-Este es un tema que me interesó mucho, tanto en el aspecto institucional como de protocolo. Hace ya 16 años, en la época de Aznar, escribí más o menos sobre lo mismo: La condición no oficial de la esposa del presidente del Gobierno. En aquel tiempo, Ana Botella iba a los viajes de Estado en los que su esposo acompañaba a los Reyes, ahora honoríficos (que no eméritos, como se dice generalmente). Ello dio lugar a graves encontronazos entre Presidencia del Gobierno y la Casa Real. Habitualmente, cuando la reina (de entonces y ahora) va un viaje de este tipo, se le organiza una serie de visitas culturales y sociales, mientras el rey está en otros actos como reuniones y demás. La esposa de Aznar exigía un programa paralelo al de la reina, y eso era hacerle paralelas sin el menor sentido. Este tipo de situaciones se han repetido con Rajoy, como cuando colocó a su esposa entre él y el presidente de las Cortes en la firma de la abdicación del Rey.

Parece ser que fue una atención de la Casa Real, pero en todo caso, contraviniendo el Real Decreto 2099/83, que fija el Protocolo de Estado. En España no existe el concepto de primera dama, propiamente, sino que se considera tal a la consorte del Jefe del Estado, la reina. Pero no hay segunda dama. El uso y la costumbre permiten que la esposa del jefe del Estado acuda actos sociales muy restringidos, como una cena de gala en el Palacio Real (como la que se acaba de ofrecer al presidente de China), una comparecencia internacional simbólica de su marido (como la de acudir a la ONU), pero a partir de ahí, conviene recordar que es una persona particular, sin estatuto jurídico y por lo tanto, como insisto en citar, como dicen los ingleses “no se lleva a la esposa a la oficina”. @mundiario

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