El autor más leído del mes de abril en MUNDIARIO fue Juan José Prieto

Juan José Prieto, colaborador argentino de Mundiario. Mundiario.
Juan José Prieto, colaborador argentino de MUNDIARIO. / Mundiario.

Con sus casos sociales y que mueve el alma, Juan José Prieto se convierte de nuevo el autor más leído de MUNDIARIO gracias al artículo titulado “En Facebook ella dice ‘Mis hijos son mi vida, mi mundo, mi todo, los amo’, pero a uno lo mató”.

El autor más leído del mes de abril en MUNDIARIO fue Juan José Prieto

Juan José Prieto nos tiene acostumbrados a casos sociales que pueden revolverte el estómago y empequeñecer el corazón. En esta ocasión, el colaborador argentino se consolida como el autor más leído gracias al artículo titulado “En Facebook ella dice ‘Mis hijos son mi vida, mi mundo, mi todo, los amo’, pero a uno lo mató”.

Con el título, Prieto nos adelanta un caso muy complicado sobre el filicidio, donde los niños son las mayores víctimas. “El crimen de Alexis Mamaní por su madre pone sobre la mesa que la violencia humana no se diferencia por géneros sino que está presente en la naturaleza”, reseña el autor en el subtítulo del artículo que se posicionó como uno de los mejores en el pasado mes de abril en MUNDIARIO.

– Es común que hables sobre la violencia familiar en MUNDIARIO, pero este caso particular llama la atención porque la víctima, el niño Alexis Mamaní, apenas cuenta con 3 años de edad. ¿No te produce cierta complejidad tratar un tema tan macabro sobre el asesinato y la violación de menores?

– Siempre que tengo que hablar sobre este tipo de temas es difícil o complicado; no obstante como responsables de un espacio en la comunicación, y hasta como posibles analistas de una realidad social, tenemos la obligación de exponer todo tipo de cuestiones, para que temáticas tan complejas sean visibles y no ignoradas.

– El comportamiento familiar define mucho de lo que sucede en el caso de filicidio. En tu opinión, ¿cómo crees que afecta un entorno familiar violento el desarrollo de los jóvenes?

– Este tipo de crímenes son de los más duros de asimilar, sin embargo un estudio de la revista Forensic Science International muestra que ocurren con una frecuencia bastante importante, así como que las madres tienen casi la misma probabilidad de hacerlo que los padres. Este trabajo que analizó exhaustivamente los casos de filicidio cometidos en EEUU, entre 1976 y 2007,  arrojó cifras alarmantes:

> Casi el 72% de los niños que fueron asesinados por sus propios padres tenían 6 años o menos.

> Un tercio de las víctimas solo eran bebés de 1 año o menos.

> El 13,4 % de las víctimas eran adultos, específicamente personas entre 18 y 40 años.

> Los filicidas constituyeron el 15% de todos los asesinatos durante este período.

> Los padres eran tan propensos como las madres a matar a los bebés.

> Los ofensores femeninos eran notablemente más jóvenes que sus homólogos masculinos y

> El 10% de las víctimas fueron asesinadas por sus padrastros o madrastras, lo que arroja que el 90% de las víctimas fueron hijos biológicos de los asesinos. Además, los hijos varones (58%) sufrieron más por este crimen que las hijas mujeres (42%).

> Para cometer los asesinatos, los padres usaron algo que en el estudio quedó definido como “armas personales”, con las cuales golpearon o ahogaron a las víctimas menores de edad. En el 72% de los casos en que las víctimas fueron adultos, los padres usaron armas de fuego.

Es decir, que es evidente que la presencia de un progenitor violento es más que suficiente para afectar el desarrollo de los niños o de los jóvenes, haciendo que en el futuro sean un ser con esas características.

– En este caso vemos cómo el sistema judicial falla porque ya existieron distintas denuncias entre las familias, pero las autoridades llegaron tarde y no lograron detectar los problemas que afectaban a los dos niños. ¿Qué responsabilidad tiene el Estado en estos casos? y en tu opinión, ¿cuál sería la metodología que deberían seguir para ser más eficientes?

– Coincido contigo, el sistema judicial es quien tiene la labor de proteger, para este caso, a los menores mostró una ineficiencia absoluta, más aún si consideramos que ya un sector familiar había alertado -en tres oportunidades- sobre abusos a los niños, por ende la responsabilidad es total. La violencia humana no se diferencia por géneros, y ni siquiera la detienen los más pequeños, sino que está presente en nuestra naturaleza o esencia. En mi opinión, pienso que teniendo tres herramientas fundamentales como fueron:

> La alerta familiar de que existían abusos hacia los menores,

> Algunos acusaban a la madre de ejercer cierta violencia y

> La no presencia de Alexis a la Cámara Gesell a la que había sido citado tres días antes; inmediatamente deberían haber accionado el protocolo correspondiente para aislarlos y así poder evaluarlos más adecuadamente.

Considero que hubo una total innoperancia y esto es más que claro. El triste resultado está a la vista. @mundiario

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