La ausencia de Letizia en la manifestación de Barcelona tiene un mensaje bien estudiado

Felipe VI, rey de España, y Letizia, reina consorte de España.
Felipe VI, rey de España, y Letizia, reina consorte de España. / RR SS.

El hecho de que la reina no haya asistido al acto es solo la confirmación de que Felipe VI desea encabezar la reforma de la corona en solitario.

La ausencia de Letizia en la manifestación de Barcelona tiene un mensaje bien estudiado

El pasado fin de semana se llevó a cabo un acto en honor a las víctimas de los atentados perpetrados en Barcelona y Cambrils. Al evento asistieron millones para expresar su rechazo contra el terrorismo y la creciente islamofobia en el territorio español. Asimismo, a dicho acto, asistieron varios representantes de la política de España y fue encabezado por el Felipe VI, sin su llamativa esposa, la reina Letizia.

Pero no es la primera vez que doña Letizia falta a uno de estos actos. En 2016, la sociedad española se sorprendió cuando la reina no asistió a la jura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno y tampoco a la juramentación de los distintos cargos que conforman el Gobierno español. Con esa decisión, la actual reina rompió una tradición que su suegra había empezado en 1986. Sin embargo, lo que más sorprende, es que su presencia o falta de ella, está constitucionalmente aceptada.

Otra ausencia por parte de doña Letizia que sorprendió fue luego de los atentados de Barcelona. Felipe VI viajó inmediatamente hasta el lugar para presentar sus respetos, pero la reina no hizo acto de presencia hasta un poco después al visitar a los sobrevivientes.

Los actos de doña Letizia no son casualidad y son un mensaje sutil, pero muy fuerte. Según la constitución el papel del consorte del rey o de la reina es definido de la siguiente manera: “Reina consorte o el consorte de la Reina no podrán asumir funciones constitucionales excepto lo dispuesto para la Regencia”, es decir, el papel de los consortes son definidos por el monarca. Además, el artículo 59 señala qué sucede en los casos en que el heredero sea menor de edad: “cuando el Rey fuere menor de edad, el padre o la madre del Rey, y en su defecto, el pariente de mayor de edad más próximo a suceder a la Corona, según el orden establecido en la Constitución, entrará a ejercer inmediatamente la Regencia y la ejercerá durante el tiempo de la minoría de edad del Rey”. Definiendo así, los deberes de doña Letizia en donde no es necesario que sea incluida en todos los actos de Estado.

A pesar de lo anterior, el papel de la reina está fuertemente ligado al de su esposo, porque siempre se espera verlos juntos, como una pareja unida y fuerte. Sin embargo, desde que Felipe VI asumiera la Regencia, todos han visto cómo la Casa Real se ha ido renovando para dejar escándalos familiares muy atrás. El rey sin duda, quiere asegurar su papel como pieza fundamental en la reforma de la Familia Real, sin que el papel de su popular esposa intervenga.

El rey quiere ser el protagonista principal de la reforma de la monarquía de una forma sutil, sin polémicas y nunca saliéndose de los parámetros establecidos por la Constitución española. Además, las decisiones de Felipe VI están sujetas a acontecimientos a futuro, intentando unir a toda una nación contra el terrorismo y el racismo a través de mensajes en las redes, dando un discurso en catalán para reforzar la identidad de cada territorio español y claro está, anticipando la crisis que podría devenir luego del 1 de octubre. Al final, concluimos que Felipe VI y Letizia están contentos con sus papeles: él como monarca y cabeza de un Estado, y ella como consorte y madre de las herederas de la realeza española.

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