¿Por qué no para de aumentar la violencia machista entre los más pequeños?
El Observatorio Galego contra a Violencia de Xénero ha aprobado medidas para hacer frente dentro del sistema educativo a los casos y conductas machistas. Es especialmente relevante porque se ha detectado que este tipo de conductas se producen cada vez en edades más jóvenes. Concretamente, se ha admitido una guía de actuación en el ámbito escolar y la creación de un grupo de trabajo sobre violencia sexual.
El encuentro giró en torno a la guía elaborada por el Observatorio, para estudiar algunas normas de reacción y prevención ante situaciones de violencia machista en el ámbito escolar. Este trabajo se implantará en forma de material didáctico en los centros y estará vigente a partir del curso que viene.
Esta guía está basada en un estudio que se realizó en una gran cantidad de centros escolares con el objetivo de ofrecer procedimientos para detectar y tratar casos de violencia machista. Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta, ha insistido en que “no se puede ignorar” que existen estas situaciones y la comunidad educativa “debe saber cómo actuar”, tanto docentes, como las figuras paternas.
Rueda declaró a los medios que el ámbito escolar es “fundamental”, en especial desde la perspectiva de la “prevención”. Sobre todo, teniendo en cuenta que se producen situaciones o “atisbos de conductas” que pueden desembocar en violencia machista. Estos casos se producen “cada vez en edades más tempranas” y se ha advertido que “hay que tomar muy en serio” la situación, algo que se debería haber hecho “mucho antes”. Rueda ha considerado que este tipo de medidas educativas y de prevención son “una de las claves para, algún día, erradicar la violencia machista”.
Sin embargo, la manifestación de la violencia machista en las aulas es una consecuencia de un problema más grande, la cuestión es: ¿cuál es la raíz?
George Gerbner y Larry Gross, de la Universidad de Pensilvania, fueron los primeros en desarrollar la Teoría del Cultivo. Esta teoría social propone que cuanto más tiempo pase la gente viviendo en el mundo de los medios de comunicación, más fácil será que crean que la realidad social se parece a la realidad presentada en los media.
Las nuevas generaciones nacen con los medios cada vez más integrados, ya no solo con los tradicionales, sino con los nuevos como YouTube o Netflix. Esto los convierte en posibles víctimas de esta teoría social a edades más tempranas.
El problema ya no es la posible realidad distorsionada que se pueda estar presentando en series adolescentes como Élite (Netflix) o Por 13 razones (Netflix), sino que ahora se suman personas corrientes que se hacen famosas las redes: los influencers.
Las polémicas cometidas por algunos de estos personajes son muy conocidas y pueden resultar casi surrealistas para algún adulto. Sin embargo, estar personas son auténticos modelos a seguir para los más jóvenes y, a veces, influencian de forma negativa. Por ejemplo, han sido numerosas las veces que el youtuber Dalas Review se ha dedicado a insultar en Twitter el feminismo, comparándolo con el nazismo, teniendo como resultado un palabro inventado denominado “feminazismo”.
Gracias a los ignorantes de twitter ya tengo otro vídeo para el canal (del cual me lucraré de sus respuestas penosas) y además explicaré por qué Vox me parece la mejor opción para votar dentro de lo malo.
— CÓDIGO "Dalasito" en Fortnite 🍞🐝 (@DalasReview) November 8, 2019
En resumen, tendrán justo el resultado opuesto al que esperaban. ¡Gracias!
Los influencers no influyen solo en la decisión de compra de productos, sino que también venden un estilo de vida y transmiten unos valores, en especial, a los más pequeños. @mundiario
