Historias de Madrid: Atalanta e Hipómenes, los leones de La Cibeles

Sede del Ayuntamiento de Madrid, en la plaza de Cibeles.
Atalanta e Hipómenes, eternamente juntos, castigados a no poder verse jamás. Los veo muchos días y muchas noches, en la fuente de La Cibeles, en la plaza de mismo nombre...
Historias de Madrid: Atalanta e Hipómenes, los leones de La Cibeles

Plaza de Cibeles, Madrid HDR

Atalanta e Hipómenes, los leones de La Cibeles / Marc via Compfight

Cuando voy a Madrid, a veces los veo, a los dos. Me gusta mirarlos. Hoy les he visto. Atalanta e Hipómenes, eternamente juntos, condenados a no poder verse jamás. La historia de estos dos amantes es tan bella como trágica.

Atalanta era una hermosa y valiente princesa, que adoraba  correr, nadie la había ganado nunca, era ligera y muy rápida. Pactó con su padre el rey, que únicamente  se casaría con el hombre que pudiese vencerla en una carrera.

El apuesto Hipómenes enamorado de Atalanta, pidió ayuda a Afrodita para  vencer a la princesa. Afrodita ayudó a Hipómenes facilitándole las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, y él las fue arrojando al suelo durante  la carrera, deteniéndose Atalanta a recogerlas. Así pudo vencerla.

Atalanta se enamoró de Hipómenes. Y se casaron.

Una noche, la pareja hizo el amor en uno de los templos de la diosa Cibeles, que enfadada y ofendida por el atrevimiento de la pareja los castigó convirtiéndolos en dos leones y condenándolos a tirar eternamente de su carro.

Y ahí están, los veo muchos días y muchas noches, en la fuente de  La Cibeles, en la plaza de mismo nombre. Atalanta e Hipómenes, dos amantes juntos para la eternidad, aunque con el trágico destino de no poder tan siquiera mirarse a los ojos.

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