Así exige la ONU a los países europeos acabar con la detención de niños migrantes

Niños jugando afuera del Centro de Recepción e Identificación de Moria, en la isla griega de Lesbos. / © UNICEF / Ron Haviv VII Photo
Niños jugando afuera del Centro de Recepción e Identificación de Moria, en la isla griega de Lesbos. / © UNICEF / Ron Haviv VII Photo

Tres organismos de las Naciones Unidas han presentado un documento en el que exponen el impacto negativo que ocasiona la detención de un menor.

Así exige la ONU a los países europeos acabar con la detención de niños migrantes

Las agencias de la ONU se unen para un fin en común; informar sobre el impacto negativo que causa la detención en la salud y el bienestar de los niños, además proponen una serie de recomendaciones para acabar con esta terrible práctica.

El documento firmado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), indica que la detención de un niño incrementa la angustia psicológica, lo que podría desencadenar en depresión y ansiedad o violencia y abuso. Situación comentada a propósito de la privación de la libertad de los migrantes menores de edad en el viejo continente.

Por su parte, Afshan Khan, directora regional de UNICEF Europa, destacó que sin importar su procedencia, los niños son eso, niños, por lo que una detención se convierte “en una violación de sus derechos y debe evitarse a toda costa”.

Opinión a la que se unió Ola Henrikson, director regional de la OIM, quien alentó a los gobiernos a “trabajar para reemplazar la detención de los niños y familias migrantes con programas comunitarios, gestión de casos y otras alternativas basadas en los derechos, que han demostrado ser muy eficaces”.

Práctica que se extiende por 27 países

Asimismo, el documento establece que la detención de niños migrantes se da en al menos 27 países de Europa, a pesar de los compromisos de alto nivel para poner fin a estas prácticas que desatienden la evidencia inequívoca de su impacto devastador en la salud y bienestar de los menores, y de los altos costos financieros y administrativos que éstas generan.

Sin embargo, esta violación de los derechos no es una novedad. De hecho, la Organización No Gubernamental, Save The Children manifestó que durante el primer trimestre de 2018, al menos 16.700 refugiados y migrantes ingresaron a Europa a través del Mediterráneo. Uno de cada cinco eran niños, por lo que extendieron una solicitud al Comisario Europeo para las Migraciones Dimitris Avramópulos, instándolo a comprometerse “a que ni un niño migrante más va a ser detenido en suelo europeo y tratado como un delincuente”. Promesa que obviamente no cumplió.

Ante esto, las agencias señalan una cantidad de vías alternas no privativas de la libertad. Incluso, la directora regional de ACNUR, Pascale Moreau, dijo instar “a todos los Estados europeos a adoptar estos enfoques para proteger los derechos y el bienestar de los niños y refugiados migrantes”.

Además, en la revisión conjunta de 38 países de Europa, los organismos de la ONU hallaron muchos casos preocupantes de detención infantil. Por consiguiente, recomiendan ampliar las alternativas a la detención y establecer sistemas apropiados de cuidado, invertir en las condiciones de recepción y los sistemas de protección infantil, aumentar la cooperación y el apoyo internacional y por último, mejorar la recolección y monitoreo de datos. @mundiario

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