Así es PIMS, el extraño pero grave síndrome que afecta a los niños tras la Covid-19
Chile ha reportado dos muertes en menores a causa del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (PIMS, por sus siglas en inglés). Conoce las señales de alerta.
Se llama Síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, es conocido como PIMS (por sus siglas en inglés) y mantiene un alerta a la comunidad médica y científica. ¿La razón? Sencilla: es un extraño pero grave síndrome que afecta a algunos los niños que han superado la infección por coronavirus.
Chile ha reportado la muerte de una niña de 11 años y un joven de 16, ambos a causa de la afección que, aunque no es frecuente (se estima que 1 de cada 5.000 niños que padecen la covid-19 la desarrollan), ha sido calificada por la Clínica Mayo en Estados Unidos como una "afección grave".
Esto es todo lo que debes saber:
> Estudios han demostrado que existe un pequeño porcentaje de niños y jóvenes pueden desarrollar PIMS tras superar el coronavirus. Este síndrome se caracteriza por la inflamación de tejidos y órganos como el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel o los ojos, de acuerdo con el portal de la Clínica Mayo.
> Los expertos han advertido que, de momento, no está claro qué causa el síndrome ni cuáles son los factores de riesgo, pero algo parece estar confirmado: consiste en respuesta inmunitaria excesiva relacionada con la infección por SARS-CoV-2.
> El PIMS puede ocurrir en niños y jóvenes sanos y sin antecendentes de otras enfermedades, entre tres y seis semanas después desarrollan una reacción inmune irregular. "La gran mayoría de los niños que desarrollan PIMS jamás se enteró que habían tenido covid-19", apunta el doctor Javier Bravo, director de la Sociedad Chilena de Emergencia Pediátrica.
> ¿Por qué afecta principalmente a niños? Porque estos tienen un sistema inmunológico inmaduro que “no genera una respuesta tan grande durante el periodo de infección del virus SARS-CoV-2”, añaden los expertos.
> En palabras más sencillas: el PIMS no es una enfermedad contagiosa, sino un desequilibrio del propio sistema de defensas que provoca una respuesta descontrolada cuando ya no hay infección. La defensa exagerada, a su vez, ejerce una enorme presión en el organismo, sometiéndolo a un esfuerzo "como si estuviera corriendo una maratón todo el día, el desgaste físico es tremendo", ejemplifica Bravo.
> Los síntomas suelen ser diferentes entre pacientes, pero entre las primeras señales destacan un dolor intenso en el estómago, dificultad para respirar, color azulado en labios o cara, incapacidad para despertarse o mantenerse despierto o desorientación. Un conjunto de factores que puede derivar en fiebre, vómitos, diarrea, sarpullido y dolores de cuello. @mundiario