Así es el entorno de inseguridad que amenaza las vidas de los niños detenidos en el noroeste de Siria
Expertos de la ONU en derechos humanos instan a los actores involucrados a garantizar la protección y repatriación de todos los niños a sus Estados nacionales.
Los niños en Siria permanecen privados de la libertad por las acusaciones que pesan sobre sus padres. La relatora especial de la ONU sobre la lucha contra el terrorismo, Fionnuala Ní Aoláin, y el Comité de los Derechos del Niño, alertaron este viernes de que los dos campamentos del noroeste del país albergan a unas 56.000 personas, incluidos 37.000 ciudadanos extranjeros, y que más de la mitad de esa población son menores de edad.
Según los expertos de la ONU, en cuanto los menores cumplen doce años son trasladados violentamente de los campamentos a centros de detención y rehabilitación. Estas privaciones de libertad no tienen ningún fundamento legal, autorización judicial, revisión, control o supervisión, contraviniendo así todos los derechos de los niños. “Estas formas de trato inhumano adicional contra los menores se basan en estereotipos de género y tienen consecuencias dramáticas y duraderas. Todos estos niños corren un riesgo extremo de violencia sexual y de género, tráfico y esclavitud”, añaden.
Los especialistas cifran en más de 850 los niños que están en prisiones y otros centros de detención o de rehabilitación en distintas partes del noroeste sirio. Recuerdan, además, que estas detenciones son una violación flagrante de la Convención sobre los Derechos del Niño, que prohíbe todas las formas de discriminación y castigos de los menores a causa de las actividades, opiniones o creencias de sus padres.
Repatriar de inmediato
“Muchos niños están entrando ahora en su quinto año de detención en el noroeste de Siria, desde que fueron detenidos por las autoridades de facto tras la caída de Baghouz a principios de 2019. Ahora es el momento de traerlos a casa”, dijeron los expertos en un comunicado conjunto.
Los especialistas consideran urgente repatriar a esos niños, recalcando que los menores en zonas de conflicto deben ser protegidos, no castigados. Y es que, estos centros de detención carecen de bienes y servicios tan básicos como agua, educación, salud e incluso, alimentos.
“Estos niños son víctimas del terrorismo y de gravísimas violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, y deben ser tratados con dignidad en todos los contextos, ya sea de conflicto armado o de terrorismo. El regreso seguro a sus países de origen, de conformidad con la Convención sobre los Derechos del Niño, es la única solución y debe priorizarse”, aseguraron.
“Los Estados deben repatriar urgentemente a los niños, junto con sus madres”. Además, se les debe reconocer su condición de vulnerabilidad como víctimas del terrorismo y se les debe brindar protección especial en virtud del derecho internacional. @mundiario
