De Arturo Pérez-Reverte, Olvido Hormigos y otros personajes del Kamasutra

Olvido Hormigos, entre Pérez-Reverte y Murakami.
Olvido Hormigos, entre Pérez-Reverte y Murakami.

Susy Garfe penetra en profundidad en el duelo de altura —si encima, debajo o de lado— entre el escritor, periodista y académico Pérez-Reverte y la inclasificable Olvido Hormigos.

De Arturo Pérez-Reverte, Olvido Hormigos y otros personajes del Kamasutra

Susy Garfe penetra en profundidad en el duelo de altura —si encima, debajo o de lado— entre el escritor, periodista y académico Pérez-Reverte y la inclasificable Olvido Hormigos.

Es muy frustrante que el único sujeto que últimamente consigue elevar mi temperatura corporal sea el termómetro. Por eso agradecí que Pérez-Reverte soltara un soplo de aire fresco en este verano tan tórrido como anodino. Resulta que al señor Reverte, que como buen español se refugia del calor en uno de esos centros comerciales que tiran de aire acondicionado como si no hubiera un mañana para el planeta, no le hizo gracia descubrir que habían colocado su flamante nueva novela junto al libro de Olvido Hormigos, la exconcejala de un lugar de la Mancha de cuyo nombre nadie consigue olvidarse.

El señor Reverte, que cuando le tocan la honra afina la pluma, no tardó en subir a Twitter una foto del ultraje junto a los siguientes caracteres: «El Corte Inglés me ha puesto al lado a Olvido Hormigos. Les agradeceré que no me la pongan encima.»

La manchega, que también es de gatillo fácil, no tardó en responder, dando lugar a un acalorado debate en las redes sociales sobre la prepotencia y machismo del escritor cartagenero. Yo, que soy más de leer y pensar dos veces antes de abrir el pico del pajarillo de Twitter o de donde se tercie la contienda, opino que las palabras del periodista no se han entendido. Y como me va la marcha y los dobles sentidos, voy a poner los puntos sobre las íes al tuit del escritor —joder, fíjense bien en el tuit, hasta los puntos sobre las íes están sobre Olvido Hormigos—.

Empecemos por el principio. Podemos intuir que antes de que El Corte Inglés decidiera ubicar a Olvido Hormigos junto a Pérez-Reverte, el escritor y académico disfrutaba de una agradable estancia en el centro comercial junto al señor Murakami, que goza de buena crítica y al que, como buen japonés, se le presupone una extraordinaria cortesía y exquisitos modales. Para más inri, el título de la novela de Murakami, Hombres sin mujeres, no podía hacerle sombra a la de Pérez-Reverte, Hombres buenos —aunque seguro que alguno me pondrá en duda que sea mejor ser un hombre de los segundos que de los primeros—. Estábamos por tanto en un contexto en el que El Corte Inglés, en su infinita cortesía, no podía haberle puesto al señor Reverte mejor acompañante de estante. Pero en esto, algún avispado o avispada trabajadora del emporio español se compadeció del japonés y decidió hacerle un favor colocándole a su lado a una de nuestras más fogosas paisanas, la señora Olvido Hormigos, la cual —quizá haya que recordarlo— cabalgó hasta la fama gracias a sus propios medios —a los dedos que están en el medio de la mano me refiero—.

No sabemos lo que pensó el señor Murakami cuando se encontró a semejante dama a su lado. El japonés no ha dicho esta boca es mía, quizá porque lleva más de cuarenta años casado con la misma mujer, una tal Yoko —hay como una cierta fijación de Murakami con los Beatles, ¿no?— Pero claro, la irrupción de la señora Hormigos en el apacible y aséptico estante de El Corte Inglés no podía pasar sin pena ni gloria, y más con el sugerente título de su novela El abrazo infiel bajo el brazo, o más abajo, porque parece que se trata de una novela erótica.

Fue entonces que Pérez-Reverte, viendo al autor de Hombres sin mujeres más inalterable que atiborrado con pastillas de bromuro, temió un nuevo movimiento de El Corte Inglés, y ya se vio suplantando el corazón de la indomable Olvido —de nuevo me refiero al dedo que está en medio de la mano—, con la fatal consecuencia de ser despojado de la T mayúscula de la RAE, y con el único consuelo de ser obsequiado con una X bien grande, y no me refiero a una nueva silla en la Real Academia, sino a la calificación que obtendría el vídeo de ambos.

Olvido Hormigos, entre Pérez-Reverte y Murakami.La novela de Pérez-Reverte junto a la de Olvido Hormigos.
El libro de Hormigos junto a las novelas de Murakami y Reverte.

 

Señor Reverte, yo creo que no se equivocó advirtiendo a El Corte Inglés. Como bien anticipó, Olvido se vino arriba tras varios tuits y ya le vio como compañero de ese Kamasutra que promete ser su próxima novela. Sin embargo, si me permite el consejo, extendería la advertencia —siempre que los caracteres de Twitter lo permitan—, y agradecería al centro comercial no solo que no le coloquen encima a Olvido Hormigos, sino que, además, imploraría para que no le vayan a poner entre Murakami y la manchega, no vaya a ser que al japonés se le despierte la libido, la visión del trío le estimule y se vea usted, ya sabe, en medio de una batalla más cruenta que la que narraba en Territorio Comanche. Muchos le recriminaban estos días sus salidas de tono, pero yo creo que hizo bien en meterse, no vaya a ser que al final se la acaben metiendo a usted. Soy de las que piensan que lo de Hombres sin mujeres nunca puede acabar bien. Y quizá El Corte Inglés le devuelva el dinero si la experiencia no es satisfactoria, pero, ¿quién le devuelve la honra?@susydevoradora

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