Un nuevo fallo en Argentina en favor de la salud y en contra de Farmacity

Establecimiento de la cadena Farmacity en Argentina.
Establecimiento de la cadena Farmacity en Argentina.

La justicia, en el caso de Farmacity con el Fisco de la Provincia de Buenos Aires, concluyó que para lograr una mayor salud la solución no pasa por una farmacia tipo supermercado.

Un nuevo fallo en Argentina en favor de la salud y en contra de Farmacity

En una política de medicamentos, adecuada a la salud de la comunidad, se debe priorizar que el ser humano no elija consumir un medicamento, sino que su consumo sea por una necesidad manifiesta, y que está contemplada como un derecho básico, constitucional, a la salud y con la cual no se debe intentar lograr ganancias extraordinarias.

En Argentina, y en contraposición a esta saludable postura, existen algunos sectores empresariales (Farmacity, Carrefour, algunas Obras Sociales, entre otros) que, avalados por algunos políticos, pretenden desvirtuar el servicio profesional que brinda la Farmacia comunitaria, menospreciando el conocimiento, la trayectoria y experiencia del Farmacéutico intentando imponer un modelo de Farmacia Shopping que reemplaza al profesional por una góndola, puntualizando en estrategias de marketing y publicidad para lograr aumentar sus ventas por impulso.

En este tipo de modelos farmacéuticos el objetivo central es promover la venta compulsiva sin ninguna regulación que se interponga, con el único fin de lograr ganancias excepcionales en base a una necesidad social; en este esquema la farmacia profesional pasa a ser un obstáculo.

Estas empresas comerciales muestran o venden una idea de algo nuevo, evolucionado y sofisticado; es decir, se sustentan en una postura superficial en donde la salud de los pacientes/consumidores y del Sistema Sanitario pasa a un segundo plano.

Farmacity, con una cartera de 200 mega farmacias ubicadas en la ciudad de Buenos Aires y en algunas provincias, es la cadenera emblema en este tipo de estrategias, y que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires –CABA- cuentan con la connivencia del Ingeniero Mauricio Macri, quien permanentemente ha avalado su accionar con leyes y/o reglamentaciones que van en contra del modelo profesional impulsado desde las Instituciones colegiadas y apoyado por el Ministerio de Salud de la Nación.

Farmacity ha demostrado en más de una oportunidad que sus objetivos centrales pasan por obtener una rentabilidad extraordinaria a costa de la salud de sus consumidores, mostrando una actitud tendenciosa a lograr simples actos comerciales, los cuales están muy alejados de priorizar la salud de la comunidad. Esto deja en evidencia que su postura está muy distante de la esencia de las leyes vigentes, que pretenden el bienestar de la ciudadanía. 

Lo real y lamentable, basado en evidencias, muestra que estos lugares no son convenientes para la salud de los pacientes/consumidores y del Sistema Sanitario. 

Por todo, es muy saludable recordar que "no todo lo que se ve, es lo que parece ser", y al parecer es como se lo ha interpretado en el reciente fallo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo de La Plata que coincide con las posturas históricas que nuestro Colegio viene defendiendo y en contra de las cadeneras.

En el juicio, Farmacity pretendía anular los rechazos de habilitación del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y planteaba la inconstitucionalidad de los artículos 3º (distancia y densidad poblacional) y 14º (no permite la figura de Sociedad Anónima) de la ley Nº 10606 de la Provincia de Buenos Aires.

En este, se dio inicio a la causa Nº 24.974 que tramita ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 2 de La Plata, a cargo de la Dra. Martínez, cuya carátula es: “FARMACITY S.A C/ FISCO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Y OTRO/A S/ PRETENSIÓN ANULATORIA - EMPL. PUBLICO”, la fiscalía de Estado en representación del Ministerio de Salud y el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires (CFPBA) que actuaba como tercero coadyuvante en la figura de los farmacéuticos y su modelo sanitario de farmacias. Se trató de un juicio que se tramita desde mayo de 2012, en el que la Institución colegiada más importante del país defiende la propiedad de las farmacias en manos de los profesionales, así como la instalación de las mismas de acuerdo a parámetros demográficos y geográficos, tal como lo establece la Ley Nº 10.606 (Reglamento del ejercicio de la Profesión Farmacéutica en la Provincia de Buenos Aires).
Farmacity señalaba que nuestra ley, por los limites que establece, constituye un monopolio legal; en cambio la justicia se promulga en contra concluyendo que la norma vigente  no establece ningún monopolio, pues posibilita que farmacéuticos y distintas sociedades puedan tener farmacias, sin que exista ejercicio exclusivo de la actividad en una sola persona.

Para la decisión final, la Jueza ha argumentado su determinación en que es necesario y saludable evitar que se configuren posiciones dominantes en el mercado que redunden en perjuicio del derecho a la salud.

Según expresiones de Isabel Reinoso, Presidente del CFPBA, “este fallo judicial nos alienta a seguir trabajando en la defensa del modelo de farmacia que, como agentes de salud, impulsamos y defendemos los farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires”.

En este contexto, es bueno recordar que el modelo de Farmacia Profesional busca brindar un servicio farmacéutico, en el sentido más amplio de su expresión, favoreciendo la accesibilidad a los medicamentos y productos para la salud, pero evitando el modelo comercial o polirubros, que favorece la concentración económica, atenta contra la red de farmacias distribuidas en cada rincón de la provincia, destruye la calidad del sistema sanitario y alienta el consumo irracional de fármacos.

Con este nuevo fallo judicial en contra de Farmacity, la cadenera emblema que impulsa un modelo farmacéutico de polirubros, se consolida el modelo de farmacia profesional ubicado netamente dentro de las normas sanitarias que rigen actualmente en el país, destacando nuestra actividad profesional como un servicio público que considera al medicamento un bien social, y al paciente un ser humano a quien lo reconocemos como tal, con quienes no se intenta lograr crecimientos económicos a través de acciones mercantilistas, sino que trabajando en beneficio de su salud.

Comentarios