En Argentina, cada 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro por la muerte de Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento. Durante su presidencia (1868-1874) se impulsó una fuerte acción educativa.
Domingo Faustino Sarmiento: durante su presidencia (1868-1874) se impulsó una fuerte acción educativa.

Un país que no propugne la educación está condenado al fracaso. Es la herramienta esencial para lograr una sociedad progresista que evolucione en el aspecto económico, social, científico y cultural.

En Argentina, cada 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro por la muerte de Sarmiento

En Argentina, cada 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro conmemorando el aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento. 

 

Sarmiento tuvo una vida contradictoria, sin embargo su mayor aporte a la sociedad fue luchar por llevar a las masas a la educación, considerando a esta como el eje fundamental para lograr un país progresista.

La realidad argentina de aquellas épocas se posicionaba en un contexto donde había dos frentes: la civilización y la barbarie; es allí donde su proyecto educativo contrastaba con otros aspectos más polémicos y anti populares de su accionar político. No obstante, durante su Presidencia (1868-1874) se propuso elevar el nivel social de amplios sectores de la sociedad a partir de una fuerte acción educativa impulsada por el Estado. En ese entonces la educación era un privilegio y estaba estrechamente relacionada con los poderosos. Sarmiento bregó por una educación popular: “Lo que necesitamos primero –dijo– es civilizarnos, no unos doscientos individuos que cursan las aulas, sino unos doscientos mil que no cursan ni las escuelas”.

Para su época, sus ideas eran revolucionarias y eran vistas con recelo por el sector oligárquico, quienes temían que sus intereses fueran afectados. Sin embargo, el sostenía que era necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales “para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela”. Consideraba que la educación primaria es la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. En consecuencia, durante su presidencia impulsó la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas. Además, creo y fundó la Academia de Ciencias, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el Observatorio Astronómico de Córdoba y la Biblioteca Nacional de Maestros, entre muchas otras obras. 

Es por ello que en 1943, a 55 años de su fallecimiento, la Conferencia Interamericana de Educación -integrada por educadores de toda América- se reunió en Panamá y estableció el 11 de septiembre como Día del Maestro.

Un país que no propugne la educación está condenado al fracaso. Es la herramienta esencial para lograr una sociedad progresista que evolucione en el aspecto económico, social, científico y cultural.

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