Santa Faz se abre paso entre los grandes acontecimientos alicantinos

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Explanada del Monasterio de la Santa Faz en San Juan. / RR SS.

Semanas después de cada Semana Santa –este año, el jueves 12 de abril–, llega el misticismo de la Santa Faz que retumba en nuestro interior como una voz que llama al recogimiento y a la peregrinación más devota e ineludible para los alicantinos.

Santa Faz se abre paso entre los grandes acontecimientos alicantinos

Unas doscientas mil personas suelen hacer cada año el recorrido acotado de 8 kilómetros que separan la ciudad de Alicante (Patinadora del Sol) del monasterio ubicado en la localidad de San Juan. En este día me veo forzado a vestir el tradicional blusón negro, a caminar con mis pasos de vía crucis religioso desde el Ayuntamiento hasta el Monasterio de la Santa Faz acompañando la comitiva oficial con mi caña florecida con romero, mientras pienso en ese rostro divino en el paño de la Verónica, y por un momento eludo los pensamientos mundanos y materiales, pido paz, por los enfermos y las víctimas de cualquier guerra, legal o ilegal, y pido paz en el mundo.

Camino con la familia y amigos entre la multitud, empujado por la fe que es solitaria en mi interior. Pero si fuéramos verdaderos devotos, cualquier domingo nos debería valer para hacer una visita a la reliquia y pedir perdón por nuestros muchos errores morales y éticos.

Es una romería donde acuden todas las autoridades municipales (este año no tenemos alcalde) e incluso el Presidente de la Generalitat Valenciana de turno y otros concelleres, harán el camino. Sabemos que nuestra Constitución es laica, pero las autoridades acuden, porque siempre ha sido así, y se debe mantener una tradición secular. Al final del recorrido habrá una misa oficiada por el Obispo de la Diócesis o el Viario general.

Tras ocho kilómetros de alfombra asfaltada y cerrada al tráfico marcada con Viacrucis de la Pasión del Señor, nos acercamos al Monasterio dirección a San Juan que fue construido en 1766 de estilo renacentista y fachada barroca, se lo dejaron a cargo de las religiosas Clarisas de clausura. Sobre la pila bautismal una placa de mármol da testimonio de que por allí rindieron visitas casi todos los reyes de España.

En el solemne y eclesiástico interior trepan exvotos en ofrendas de mandas o favores recibidos. Detrás del ábside, una rica capilla, en la que se guarda con tres llaves la sagrada reliquia (un lienzo en el que la Verónica enjugó el rostro Cristo camino del Calvario). Cuenta la historia que la reliquia fue traída desde Roma en el siglo XV. No podemos olvidar los estudios sobre la Santa Faz del doctor en Historia  y cronista e historiador alicantino Enrique Cutillas Bernal (1940-2013).

Tres llaves guardan la custodia en la basílica de Santa Faz. Cuando abierta la puerta, el obispo nos enseña a los feligreses la tan solemne y alabada reliquia, y el romero florece en nuestros báculos de caña, hemos conseguido el jubileo. Nuestros muchos pecados anuales han sido perdonados, nos sentimos lleno de una extraña energía espiritual que nos servirá para celebrar un ágape entre amigos y familiares.  Por un día los coches han cedido su fuerza avasalladora y han sido domesticados por el poder extraño de un día de romería reconfortante y religiosa para el cuerpo y el espíritu que nos hace olvidar el belicismo en que vivimos y el bombardeo de un estado permanente de propaganda política en la televisión.

Pero si fuéramos verdaderos devotos, cualquier domingo nos debería valer para hacer una visita a la reliquia y pedir perdón por nuestros muchos errores morales y éticos, y sentirnos verdaderamente aliviados de nuestro dolor de hierros y bridas entre los que vivimos aherrojados o apresados por hierros.

Nuestros muchos pecados anuales han sido perdonados, nos sentimos lleno de una extraña energía espiritual que nos servirá para celebrar un ágape entre amigos y familiares.

El origen de la reliquia se remonta al siglo XV, cuando el cura de San Juan de Alicante Mosén Pedro Mena, durante un viaje a Roma, fue obsequiado con un venerado lienzo de la faz de Cristo que había salvado a Venecia de la peste durante el pontificado de Sixto IV. En 2015, el capellán del Monasterio, José Luis Casanova, señaló que la reliquia "habla del amor y de la misericordia" y que quien se acerca "tiene que aprender a encontrarse con el rostro vivo de quienes sufren". "La Santa Faz vuelve a recobrar este sentido de unidad, cualquier edad, condición y cultura y ha traspasado los límites de Alicante y llega a los corazones de mucha gente", ha indicado.

Esta romería también llamada la Peregrina junto a las Hogueras de San Joan conformas el eje central de las fiestas alicantinas, sin olvidar las fiestas de Moros y Cristianos.

Habrá botellón burbujeante de la gente joven en las playas de San Juan, aunque oficialmente esté prohibido. Pero cómo impides las autoridades que un día de romería en el campo se pase sin bebidas alcohólicas. Habrá mercadillo y puesto de venta de artesanía, se venderán reliquias: así es uno de los días grandes alicantinos.

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Ramón Palmeral es autor del libro "Robinsón por Alicante".

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