¿Hay algo más que malas noticias y banalidades?

Ejemplares de prensa sobre un portátil. / Mundiario
Ejemplares de prensa sobre un portátil.

Además de las “noticias” sobre desastres, asesinatos, catástrofes… comuniquen, por favor, informaciones sobre hechos que pongan de manifiesto la inmensa bondad que anida, por fortuna, en tantas personas…

¿Hay algo más que malas noticias y banalidades?

¡Basta de “informativos” que sólo transmitan malas noticias y banalidades! Da la impresión de que predominan los asesinos, dementes, desvergonzados, haraganes, corruptos… cuando, por fortuna, predominan los seres humanos solidarios, generosos, que se desviven por atender a los demás.  Múltiples malos ejemplos que se divulgan a los cuatro vientos… cuando los más numerosos buenos ejemplos permanecen en los grandes ámbitos de lo silenciado.

Cuando se comunica lo extraordinario, lo insólito, lo que no tiene lugar habitualmente –por esto es “noticia”– se debería acto seguido indicar cuál es la incidencia, qué grado de alarma social conllevan, qué atención ciudadana merecen…

Cuando, por ejemplo, leo o veo sucesos escolares muy poco edificantes, pienso que hay más de 800.000 docentes en España y unos 10 millones de alumnos en los distintos grados, la mayoría de los cuales observan una conducta apropiada y, con frecuencia, excelente.

En consecuencia, debe destacarse la excepcionalidad de los acontecimientos que se cuentan… o su trascendencia porque, de otro modo, progresivamente sólo interesa y preocupa el estado del músculo abductor que permitirá o no que tal futbolista pueda intervenir en la próxima contienda…

En resumen: además de las “noticias” sobre desastres, asesinatos, catástrofes… comuniquen, por favor, informaciones sobre hechos que pongan de manifiesto la inmensa bondad que anida, por fortuna, en tantas personas… y aquellos que resultan en beneficio de toda la humanidad. 

Hace tan sólo unos días expusimos, con gran alegría, la prevención –siempre es la mayor victoria–de enfermedades metabólicas en el neonato gracias a  la “prueba del talón”.  Estas alteraciones moleculares, si no se detectan y tratan a tiempo, originan un gravísimo deterioro neuronal irreversible.  En las últimas cinco décadas se han evitado estas discapacidades en más de 5,000 personas, que viven con total normalidad. Que los medios de comunicación ponderen el valor de la prevención, que insistan en la importancia de invertir en salud y bienestar, en un nuevo concepto de seguridad que permita evitar o aminorar el efecto de las catástrofes naturales o provocadas, que exalte las actividades de tantos voluntarios que mitigan sufrimientos ajenos… Sí, por favor: ¡dennos también buenas noticias! @mundiario

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