Alfonso III mandó construir la Universidad de Santiago en el lugar donde nació

Alfonso III de Fonseca, donde fundó la Universidad de Compostela. / Mundiario
Alfonso III de Fonseca, donde fundó la Universidad de Compostela.

Una vez terminada la II Guerra Irmandiña en 1470, el arzobispo de Santiago Alfonso II de Fonseca volvió a su sede episcopal. Su finca de descanso de la Rochablanca en Iria Flavia fue destruida.

Alfonso III mandó construir la Universidad de Santiago en el lugar donde nació

Una vez terminada la II Guerra Irmandiña en 1470, el arzobispo de Santiago Alfonso II de Fonseca volvió a su sede episcopal. Su finca de descanso de la Rochablanca en Iria Flavia fue derrocada, destruida, por los irmandiños y no se reconstruyó.

En Santiago el arzobispo se empieza a relacionar con la nobleza gallega, especialmente con María de Ulloa, la viuda de Álvaro Páez de Sotomayor. Fruto de esa relación entre arzobispo y viuda nace en 1476 en la rúa santiaguesa del Franco un hijo, Alfonso III de Fonseca, futuro arzobispo de Compostela.  Alfonso estudia teología y leyes en Salamanca.

En 1506 Fernando de Aragón, viudo de Isabel la Católica es regente de Castilla y Aragón, hasta que su hija Juana casada con Felipe I el Hermoso tome el poder.

No obstante, Fernando un hombre enrevesado, del que se dice que Maquiavelo se basó en él para escribir “El Príncipe”, se casa con Germana de Foix, de 18 años joven y exuberante, con el fin de tener descendencia y separar Aragón de Castilla.

 Alfonso II de Fonseca se acerca a Fernando el Católico, acepta su posición y  solicita el traspaso de su sede a Alfonso III de Fonseca, lo que hace decir al cardenal Cisneros “el arzobispado de Santiago se hereda de padres a hijos, pero ¿también si es hija? “.

El regente Fernando, a la toma de posesión de Felipe el Hermoso y Juana, decide embarcarse a su feudo de Nápoles y consigo lleva el joven Alfonso III de Fonseca.

Felipe el Hermoso muere en Burgos, después de jugar un partido de pelota se enfría y le sube la fiebre, los médicos (barberos) le sangran, le debilitan y muere.

Juana se vuelve loca, no deja que se entierre el cadáver de su marido al que pasea por toda castilla, sobre todo parando en iglesias o convento de monjas.

Fernando de Aragón debe volver, desembarca en Valencia junto a Alfonso III de Fonseca, convence a Juana de enterrar a Felipe en Tordesillas. Fernando vuelve a ser regente.

Con 67 años empieza a tomar criadillas de toro con el fin de tener un hijo con Germana, le nace un hijo que muere a las pocas horas.

En 1507 Alfonso II de Fonseca decide retirarse del arzobispado de Santiago y pide dispensa papal para pasar el arzobispado a su hijo natural Alfonso III de Fonseca. Acude a Roma y lo solicita al papa Alejandro VI que lo concede.

El año 1508 con 32 años, Alfonso III de Fonseca toma posesión de su sede, el arzobispado de Santiago. Cuando llegó a Santiago era un hombre ilustrado, en Santiago apenas había libros, la Catedral estaba sucia, apenas había gente culta, decidió cambiar todo aquello.

Alfonso se comportó como un noble gallego, defendió los intereses de la nobleza, era heredero de la fortuna de su madre, María de Ulloa.

En 1510 recibió la vista en la catedral de Fernando González de Córdoba, El Gran Capitán, al que había conocido en Nápoles. En 1512 muere su padre Alfonso II en Salamanca, le dedica un gran funeral al que acude El Gran Capitán.

En el lugar donde nació, hoy Palacio de Fonseca, Alfonso III mandó construir una Universidad.

Fundó en el año 1525 sobre el solar heredado de su madre, el Colegio Mayor Santiago Alfeo para estudios de Artes, Derecho, Teología, Gramática, Filología y otras ciencias, concediéndole bula el Papa Clemente VII, naciendo la Universi­dad Compostelana al ampliar las disciplinas del "Estudio Viejo".

El Estudio Viejo fundado el año 1501 por el obispo Diego de Muros, el burgués Diego de Muros y Lope de Marzoá donde se estudia Derecho y Humanidades.

El arzobispo Alfonso III también fundó el Colegio de Artistas de San Jerónimo en el antiguo Hospital Viejo entre el Palacio de Gelmirez y el Monasterio de San Martiño Pinario para Colegio Menor de artis­tas. Dependiente del de Fonseca o Santiago Alfeo, era un colegio para estudiantes pobres, se le llamaba de "Pan y Sardina" por su comida, sometido a fuerte disciplina todo lo contrario que el de Fonseca para estudiantes pudientes.

Curiosamente en los años alrededor de 1970 el palacio fue Facultad de Económicas, donde realizamos los últimos exámenes las primeras promociones de economistas gallegos

Alfonso III se relacionó con el intelectual Erasmo de Rótterdam, introduciendo a la catedral en la cultura europea. Tuvo un hijo Diego de Acebedo y Fonseca con su amante, Juana de Pimentel. Fernando el Católico no quería que heredase a su padre en el arzobispado.

El arzobispo en este tiempo tiene numerosos pleitos tanto en Santiago, con el conde de Altamira, como en Galicia, con los monjes de San Martiño Pinario y además con el rey Carlos I al que pide el voto en cortes para Galicia, representada por Zamora, en las reuniones de La Coruña y Santiago, con manifestación ante el convento de los franciscanos.

En 1520 organiza la Asamblea de Mellad, donde el Reino de Galicia pide el voto en cortes, además de una casa de contratación para La Coruña.

En 1523 Alfonso II tiene 47 años, es nombrado arzobispo de Toledo, después de la muerte del cardenal Cisneros. Carlos I le nombra Miembro del Real consejo encargándole numerosos servicios, como recibir a Isabel de Portugal o bautizar a Felipe II. En Salamanca funda el Colegio Mayor de Santiago, para los clérigos de Galicia.

Alfonso III de Fonseca muere en Alcalá de Henares el año 1534 a los 58 años de edad, es enterrado en Salamanca.

Su hijo heredó el señorío de Cambados y estuvo al servicio de Felipe II.

Deja la mayor parte de su fortuna a una fundación universitaria de Santiago y al mismo tiempo crea otra para que pague los tributos de la ciudad y de los compostelanos.

Dejó 3 millones de maravedíes a la Catedral, cuatro tapices y la mitad de sus perlas.

Santiago no lo olvidó. En la película “La casa de la Troya” podemos ver el siguiente hecho real: Cada noche durante más de 300 años un pregonero repetía por cada esquina de la ciudad: “Rezad un padrenuestro por el alma de Alfonso III de Fonseca, bienhechor de la ciudad”.

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