A la afición taurina de Galicia siempre le quedará Pontevedra

Antoñete solía decir que en Galicia había una gran afición a los toros.
Antoñete solía decir que en Galicia había una gran afición a los toros.

El alcalde Lores aprendió a resignarse y a tener que aceptar que en Pontevedra, con una de las más antiguas plazas de España, ni él ni nadie van a conseguir que deje de haber toros.

 

A la afición taurina de Galicia siempre le quedará Pontevedra

El alcalde Lores aprendió a resignarse y a tener que aceptar que en Pontevedra, con una de las más antiguas plazas de España, ni él ni nadie van a conseguir que deje de haber toros.

Hace unos años al alcalde de Pontevedra, el nacional-popular Lores se le ocurrió arremeter contra la fiesta taurina de la Peregrina, que es uno de los más populares acontecimientos de agosto. ¡No tal hiciera! "¡No es un toro, es el alcalde!". "¡Bloque no; fiestas, sí"! gritaron a coro miles y miles de mozos y mozas aquella tarde en la primera de feria de la Peregrina (ante un astado remiso y sin casta) al tiempo que desplegaban expresivas pancartas contra la formación nacionalista que gobierna desde hace años la ciudad de Pontevedra.

Parece que tomaron nota los del Bloque de la contundente respuesta de la población joven ante las pretensiones del munícipe que ostenta la primera poltrona pontevedresa. El asunto está aparcado. Es mejor non meneallo. De vez en cuando se manifiesta media docena de activistas contra as “touradas”. Ahí acaba todo. Enfrente, docenas de peñas se lanzan a la plaza todos los años en un ambiente de gran animación. El alcalde Miguel Anxo Fernández Lores aprendió a resignarse y a tener que aceptar que en Pontevedra, con una de las más antiguas plaza de España, ni él ni nadie van a conseguir que deje de haber toros. A la afición taurina de Galicia siempre le quedará Pontevedra. Por cierto, que en una de las televisiones más populares, al referirse a que este año se acabaron los toros en A Coruña dijeron que el alcalde ha decidido evitar “el asesinato de los toros”. ¡Excepcional revelación, pues hasta ahora se asesinaba a las personas, no a los animales.

A nadie se le escapa, al margen de todo debate, que este amor a los animales tiene otras lecturas por parte de las autoridades que han decidido suprimir los festejos taurinos donde puede hacerlo como en Cataluña y otra serie de ciudades. Es evidente que el motivo de fondo es separarse del carácter identitario español que la llamada “fiesta nacional” tiene atribuido. Pero hoy en día, se podría decir que eso es relativo. Sobre todo desde que Francia considera los toros un bien de interés cultural, y prodiga festejos en el sur del país.

En España se celebran anualmente unos 1.900 festejos taurinos de las diversas categorías y en Francia otros 136. En Galicia tenían lugar cada año ocho corridas de toros. Tres de ellas en Pontevedra y otras cinco en A Coruña. También era notable la afición en Noia. Lo dicho, siempre nos quedará Pontevedra.

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