Según ACNUR, la desesperación de los rohingyas se evidenció en 2022

Un barco que transportaba refugiados rohingya a través del mar de Andamán permanece anclado en alta mar después de que los refugiados desembarcaran en una playa de Aceh, Indonesia, el 8 de enero de 2023. / ACNUR
Un barco que transportaba refugiados rohingya a través del mar de Andamán permanece anclado en alta mar después de que los refugiados desembarcaran en una playa de Aceh, Indonesia, el 8 de enero de 2023. / ACNUR

El organismo de la ONU alertó que sin compromisos concretos de cooperación regional, más personas morirán en alta mar.

Según ACNUR, la desesperación de los rohingyas se evidenció en 2022

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) considera que el aumento del número de refugiados rohingya que arriesgaron sus vidas para cruzar el mar de Andamán y el golfo de Bengala el año pasado “es un reflejo de su creciente desesperación”.

Según Shabia Mantoo, portavoz de ACNUR, en 2022 más de 3500 rohingya emprendieron travesías mortales en 39 embarcaciones, principalmente desde Myanmar y Bangladesh. “Esto representa un aumento del 360% respecto al año anterior, cuando unas 700 personas hicieron estos viajes”.

Estas declaraciones a los periodistas por parte de la agencia de la ONU se producen en medio de la actual represión militar en Myanmar por parte de los generales que tomaron el poder en febrero de 2021, un hecho que agravó la situación humanitaria, de derechos humanos y de seguridad en dicho país.

Barcos a la deriva

“Los llamamientos del ACNUR a las autoridades marítimas de la región para que rescaten y desembarquen a las personas en peligro han sido ignorados o desoídos, y muchas embarcaciones llevan semanas a la deriva”, dijo Mantoo, quien señaló que, sin compromisos concretos de cooperación regional, más personas morirán en alta mar.

Solo en 2022, al menos 348 personas murieron o desaparecieron en el mar, lo que hace de este año uno de los más mortíferos desde 2012. Asimismo, la agencia explicó que 3040 personas que hicieron el viaje por mar desembarcaron en 2022, principalmente en Myanmar, Malasia, Indonesia y Bangladesh. Casi el 45% de ellos eran mujeres y niños.

Según Mantoo, la vulnerabilidad de los rohingya está “siendo explotada por los traficantes o contrabandistas que atraen con falsas promesas y esperanzas”. Una situación que empezó cinco años atrás cuando más de 700.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares para escapar de la “limpieza étnica” llevada a cabo en Myanmar.

Además, explicó que “no deben ser deportados, se les debe proporcionar protección y asistencia, por lo que estamos instando a los Estados a que se aseguren de que cumplen con sus obligaciones legales internacionales a la hora de desembarcarlos, rescatarlos en el mar y luego asegurarse de que están protegidos y de que no son devueltos a situaciones en las que sus vidas puedan correr peligro”.

Incluso, reiteró su llamado para que más países compartan la “responsabilidad humanitaria” de la emergencia de una manera más predecible, equitativa y sostenible, ya que el pueblo de Bangladesh ha sido generoso al acogerlos y darles protección, “pero necesitan más apoyo para garantizar que puedan recibir ayuda durante su desplazamiento”. @mundiario

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