El aceite de CBD podría proteger al cerebro de daños causados por el alcohol
El alcohol es legal en todas sus formas en casi todos los países. El cannabis, prohibido en su vertiente recreativa por la mayoría de los gobiernos, empieza a ser aceptado en su vertiente medicinal.
A veces parece que el debate de las drogas blandas es solo económico, y quizás esta sea la razón sobre la que se asientan todas las demás, pero encima también se amontonan estudios, estereotipos, medias verdades e intereses políticos. Recientemente un estudio ha demostrado que el aceite de CBD podría proteger al cerebro de los daños causados por el alcohol. Aquí tenemos pues las dos sustancias más representativas de la polémica juntas. El alcohol, legal en todas sus formas en casi todos los países del mundo, y el cannabis, prohibido en su vertiente recreativa por la mayoría de los gobiernos, y empezando tímidamente a ser aceptado en su vertiente medicinal. Este estudio, realizado en ratas (de genética semejante a la de los humanos), ha demostrado que la degeneración del córtex producida por el abuso del alcohol se reduce al 50%. Otro detalle interesante y tal vez asombroso de este estudio es que la aplicación se produjo tanto en inyección como tópicamente, sobre la piel, y en los dos casos fue igual de efectiva.
El alcohol, que ha demostrado sobradamente sus efectos negativos sobre la salud, aparece desde siempre asociado a palabras como diversión, desinhibición, fiesta, comidas familiares o entre amigos… mientras que el cannabis parece reducido a cuatro “fumetas”, a consumo adolescente o entre adultos que son eternos Peter Pan. La realidad es que hay todo un movimiento sólidamente fundamentado, informado y consciente, que se moviliza a favor de un consumo del cannabis responsable y que puede apoyarse en estudios prestigiosos y la propia experiencia.
David Nutt, una figura importante en el mundo de la política de drogas, ha sugerido que la legalización y regulación del cannabis podría reducir el consumo de alcohol en una cuarta parte. Sus efectos negativos son reducidos (y se pueden crear cepas con una carga psicoactiva mínima, si es lo deseable) y en cambio tiene muchos beneficios, algo que en el caso de alcoholes destilados está todavía por ver. Ante tantas evidencias, veremos si es posible que se abra alguna puerta para que todos podamos beneficiarnos de una alternativa tanto de ocio como terapéutica.
