Abuso a 24 menores y casi 300 años de cárcel: el caso del pederasta más peligroso de España

Una imagen de agresión sexual. / RR SS.
Una imagen de agresión sexual. / RR SS.

Dumitru R. N abusó de una veintena de niñas de entre 4 y 13 años entre 2012 y 2018, cuando fue detenido. El hombre grababa sus actos en vídeos que difundía en las mayores redes de pedofilia de Europa.

Abuso a 24 menores y casi 300 años de cárcel: el caso del pederasta más peligroso de España

La maldad tiene nombre: Dumitru R. N, un agresor sexual catalogado como el pederasta más peligroso de España. Es acusado de abusar sexualmente de 24 niñas en edades comprendidas de los 4 hasta los 13 años, entre 2012 y julio de 2018, cuando fue detenido.

El agresor, de origen rumano, casado y con dos hijos, que fue detenido en julio de 2018 y llevaba desde entonces en prisión, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a 286 años de cárcel por los delitos de abuso sexual a menores, elaboración, tenencia y distribución de pornografía infantil. Sin embargo, el hombre solo pagará un máximo de 20 años de prisión, el máximo legal con carácter general permitido en el territorio español.

Llevaba las niñas a su casa

Dumitru R. N operaba siempre de la misma forma. Se ganaba la confianza de los padres de las víctimas y los convencía para ser el encargado de llevarlas y recogerlas del colegio, situación que aprovechaba para cometer sus aberrantes actos.

Las víctimas eran ultrajadas y grabadas en diferentes estancias de su domicilio de Colmenar de Oreja, una localidad del sureste de Madrid. Posteriormente, distribuía los vídeos en la red de pedofilia y a través de aplicaciones de mensajes como WhatsApp, según consta en el informe de la fiscal del caso, que ha llegado a considerar al acusado como una persona “muy torpe”: en el material audiovisual que difundía se veía su rostro, tatuajes, las habitaciones de su casa y hablaba en rumano, hecho que permitió que los padres de las víctimas lo identificasen. 

En 2018, la Interpol detectó la distribución de vídeos a través de “una de las redes pedófilas más peligrosas”, en las que se “intercambian consejos para evitar ser detectados por la policía”.  Al revisar su vivienda, las autoridades hallaron ordenadores, tarjetas de memoria, tabletas digitales y cámaras de fotos, material que fue intervenido por la policía y donde encontraron “numerosos archivos con fotografías y vídeos relativos a menores en claros y explícitos comportamientos sexuales, siendo algunos de ellos especialmente degradantes y vejatorios”, de acuerdo con la sentencia.

 

El alcohol como excusa

Dumitru, de 50 años, reconoció haber violado a más de veinte niñas y haber grabado esos abusos en su dormitorio con el objetivo de difundir las imágenes en una red de pedófilos. Sin embargo, en un intento por rebajar su pena, se excusó diciendo que estos actos fueron cometidos "bajos los efectos del alcohol" debido a que sufría de adicción.

Su esposa e hija confirmaron esta dependencia, no obstante, y tras indicar que en su informe forense no se veía ninguna patología psíquica que alterara su capacidad de controlar sus actos y comprender su realidad, los magistrados se opusieron a aplicarle un eximente. Además de la condena de prisión, las autoridades han establecido el pago de indemnizaciones por concepto de responsabilidad civil a las víctimas de entre 20.000 y los 10.000 euros, y entre los 3.000 y los 2.000 para los progenitores.

el caso Balrog

Los investigadores del caso Balrog (nombre dado para hacer alusión a las criaturas demoníacas ficticias que Tolkien habla en sus libros y en el Señor de los Anillos), ha asegurado que este era uno de los procesos "más graves de pedofilia" al que se habían enfrentado debido al número de víctimas y de la cantidad de imágenes pornográficas recabadas como pruebas. Incluso el hijo menor de Dumitru R. N aparecía desnudo en algunos vídeos, indicaron los investigadores.

El hombre ha sido condenado por seis delitos continuados de elaboración y distribución de pornografía infantil, ocho delitos de elaboración y distribución de pornografía infantil, cuatro delitos continuados de abuso sexual con penetración, dos delitos continuados de abuso sexual sin penetración, tres delitos de abuso sexual con penetración, cinco delitos de abuso sexual sin penetración, un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil y nueve delitos de descubrimiento de secretos, con el agravante de abuso de confianza en los delitos cometidos sobre seis menores.

A pesar del desacuerdo por parte del agresor, la Audiencia Provincial de Madrid ha emitido su veredicto y ha enviado a prisión al pederasta más peligroso de España. @mundiario

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