780.000 caballos murieron en la Primera Guerra Mundial

Un caballo y soldados británicos durante la Primera Guerra Mundial.
Caballo y soldados británicos durante la Primera Guerra Mundial.

Los héroes de la guerra y la filosofía de la misma, un crecimiento que acabó en desequilibrio. ¿Una epidemia para la que hay cura?

780.000 caballos murieron en la Primera Guerra Mundial

Al menos ese número de caballos murió en la primera guerra mundial. Se dice que medio millón de palomas operaron en esa primera guerra mundial. Y evidentemente, siempre se decía que murieron catorce millones de personas, ahora la cifra se eleva alrededor de veinte o más de veinte millones.

Gran Bretaña en 1943 creó la Medalla Dickin para homenajear a los caballos que habían combatido “heroicamente” en la guerra. En estas décadas se ha erigido varios monumentos conmemorativos a los caballos y a otros animales muertos en las guerras, siempre referido a las del siglo XX.

Tal es así que hasta dónde yo sé la Medalla Dickin ha sido entregada a perros, caballos, palomas y un gato. Un gato porque su gran mérito que no es despreciable por el gran número de ratas que mató en una trinchera.

Se han estudiado hasta la saciedad la Primera Guerra Mundial, analizando desde todos los puntos de vista, históricos, geográficos, problemas dinásticos, el famoso asesinato de Sarajevo, los pactos de mutua ayuda en caso de guerra o bloques militares antes de la guerra, las estrategias militares, las tácticas, la tecnología, la medicina y las enfermedades, el armamento, el sistema de espionaje y cientos de otros aspectos. Pero a mi entender hay dos tipos de fenómenos que quizás no se hayan estudiado y analizado tanto, el problema o conjunto de problemáticas que podríamos denominar la filosofía de la guerra. Quizás este aspecto no se estudia lo suficiente, porque desde la filosofía, los propios filósofos son muy reacios a estudiar este fenómeno, sí en cambio la paz pero no la guerra. Y en segundo lugar, si no existía un desequilibrio en el sistema social de la época, es decir, los avances de la segunda fase de la revolución industrial de 1850, que hubo  en sanidad y permitió, según la industria, un aumento exponencial de la población, pero no había avanzado al mismo ritmo el sistema económico y económico industrial para mantener a esa misma población, y por tanto, se produjo un desequilibrio que terminó en la Primera Guerra Mundial.

La mejor solución que la humanidad ha encontrado para reducir las guerras, es siguiendo a Kant en su famosa obra La Paz perpetua, que los Estados tendrán que formar pactos entre Estados, federaciones de Estados, Estados federados superiores porque así será el modo de reducir o hacer desaparecer la guerra o al menos uno.

En definitiva estamos reflexionando sobre el tema eterno, al menos, parece ser desde el Neolítico de la guerra o del conflicto armado o de la polemología. Un historiador, que no recuerdo el nombre decía que había habido diez mil guerras desde el Neolítico. Y lo estudiamos a ver si somos capaces de hacer desaparecer, ralentizar, debilitar, disminuir la guerra y las guerras. Porque muchos consideramos que es una epidemia y como tal suponemos que un día tendrá curación. Ciertamente aunque nos tememos que jamás deberemos dejar de estar preparados para este fenómeno. La mejor solución que la humanidad ha encontrado para reducir las guerras, es siguiendo a Kant, en su famosa obra La Paz perpetua, que los Estados tendrán que formar pactos entre Estados, federaciones de Estados, Estados federados superiores porque así será el modo de reducir o hacer desaparecer la guerra o al menos uno. En la Edad Media cuando en la Península Ibérica existían ocho o diez Estados, siempre había más posibilidades de guerra entre ellos, y ésta era la situación.

Pero tenemos un grave problema en el mundo actual, basándonos en las hipótesis de la primera guerra mundial dichas anteriormente: para la guerra, ¿su fundamento esencial es una desproporción entre la demografía de un sistema geográfico-temporal-cultural o desequilibrio con la cantidad de personas de ese mismo marco geográfico que puede satisfacer sus necesidades económicas básicas, sanidad, alimentos, vivienda, educación? ¿Entonces solo hay dos soluciones o respuestas dadas históricamente, millones de personas tendrán que emigran de esos marcos geográficos y culturales y económicos hacia otros continentes o territorios con otros marcos económicos, sociales, culturales? ¿O segunda solución, que se puede dar junto a la primera, enormes conflictos internos en esos marcos geográficos-sociales-estatales-culturales o, conflictos con otros marcos sociales-geográficos-estatales…?

¿Qué sucederá? Evidentemente no soy profeta, pero posiblemente ya se está viendo, ¿emigración de docenas de millones de personas en el planeta, hacia distintos focos o continentes o lugares…? ¿Por otro lado, esa dislocación entre el número de personas y el sistema económico de determinados lugares, proporcionará la mecha, ayudado a veces, por ideologías-culturas-filosofías, que las personas entren en conflicto consigo mismas a nivel de sociedades y Estados o/y entren en conflictos entre Estados? No olvidemos que siempre, desde la noche de los tiempos, hay alguna excusa-motivo-razón, real o supuesta o imaginaria, y siempre hay alguna razón profunda moral-psicológica, sea hambre-poder-avaricia-seguridad-ideología-cultural para intentar conquistar otra tierra que no es la propia.

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