6 claves sobre la nueva ley de gestación subrogada estrenada en Portugal

Representación de la gestación subrogada. / www.recordchina.co.jp
Representación de la gestación subrogada. / www.recordchina.co.jp

Alquilar un vientre en Portugal ya es legal, aunque la medida sigue siendo tan restrictiva que parece solo quedar abierta para casos supuestos.

6 claves sobre la nueva ley de gestación subrogada estrenada en Portugal

Este martes entró en vigor la nueva ley lusa que aprueba la gestación subrogada y que convierte a Portugal en el tercer país de la Unión Europea en adoptar una medida polémica, que ha sido prohibida explícitamente en naciones como Francia y Alemania, y de forma tácita en España. Sin embargo, el acto sigue siendo bastante restrictivo y el decreto viene acompañado de una serie de clausulas que garantizan que no cualquiera pueda acceder a este beneficio.

Veamos las 5 claves más importantes sobre esta nueva ley:

1. Solo para mujeres con problemas de fertilidad

La ley establece que solo podrán someterse al proceso de gestación subrogada mujeres con problemas de fertilidad. En concreto, aquellas féminas sin útero o con alguna lesión que les impida quedarse embarazadas. Para ello, las parejas deberán someterse a un estudio en un centro de reproducción asistida, sea público o privado, con el fin de que un especialista pueda probar la infertilidad de la madre genética.

2. Excluye a los homosexuales

Como la medida establece claramente que solo será válida para mujeres enfermas, el proceso no estará disponible para parejas formadas por homosexuales. Ni siquiera para lesbianas que tuvieran alguna condición que les impida embarazarse. 

3. Los extranjeros pueden acceder al proceso

A diferencia de otros países, en los que actualmente alquilar un vientre está permitido, pero cuya limitación excluye a los extranjeros, la nueva legislación lusa permitirá que personas de otras nacionalidades puedan acceder al procedimiento. Aunque en concreto no existe ningún artículo que así lo sentencie, según información publicada por el diario español El Mundo, la presidenta de la Asociación Portuguesa de Fertilidad, Cláudia Vieira, ha afirmado que la ley "al no hacer mención explícita a los no residentes o no ciudadanos, a efectos prácticos cualquier persona que cumpla con los requisitos médicos establecidos por la legislación puede acceder a la gestación subrogada".

4. La remuneración está prohibida

Los pagos a cambio de la gestación seguirán siendo ilegales. Solo estará permitido que los involucrados se hagan cargo de los gastos médicos derivados de la madre gestora, presentando las facturas o los recibos correspondientes. Sobre esto, el artículo número 8 de la ley establece que “se prohíbe cualquier tipo de pago o la donación de cualquier bien o cuantía de los beneficiarios a la gestante excepto el valor correspondiente a los gastos derivados del acompañamiento de salud, incluidos los transportes, siempre que esté debidamente justificado".

5. La gestora no puede tener relación con la familia

La medida detalla que la mujer que sea sometida al proceso de gestación no podrá tener ninguna relación con la familia que adopte al bebé. Así mismo, las féminas solo podrán gestar de este modo dos veces y deberán ser, por ley, menores de 45 años. En relación al vínculo con el niño, este se circunscribe "al mínimo indispensable, por los potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación comporta", según reza el decreto de la normativa que fue aprobada hace un año.

6. Debe ser autorizada y con un contrato legal previo

Cada caso de gestación subrogada deberá primero ser autorizado por el Consejo Nacional de Procreación Médicamente Asistida portugués, quien será el órgano encargado de acompañar y supervisar todo el proceso. El primer paso será presentar una solicitud, que de ser aprobada luego deberá estar amparada por el dictamen de dos médicos. Seguidamente el Consejo decidirá si autoriza o rechaza la celebración del contrato, en el que figurarán las obligaciones de ambas partes y que puede ser denunciado si se produce un cierto número de intentos de embarazo fallidos. En el proceso se deberán incluir además declaraciones favorables de un psiquiatra o psicólogo y del director del centro donde se va a llevar a cabo. Finalmente, la legalidad establece que será la madre gestante quien decida abortar o no en el caso de malformaciones del feto.

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