100 millones de euros para la salud mental y un teléfono de atención al suicidio: ¿es suficiente?

Imagen referente al suicidio. / informe21.com
Imagen referente al suicidio. / informe21.com

¿La iniciativa del Ejecutivo español es suficiente para paliar las carencias del sistema? Las sociedades científicas creen que no. 

100 millones de euros para la salud mental y un teléfono de atención al suicidio: ¿es suficiente?

Tras la pandemia de covid-19, España tiene ya a la vista el siguiente desafío de una sanidad pública al límite: la salud mental. Pedro Sánchez ha anunciado este sábado que el Gobierno pondrá en marcha un plan dotado con 100 millones de euros hasta 2024 en el marco de la Estrategia Nacional de Salud Mental, que entre otras cuestiones incluirá un teléfono de atención al suicidio.

El presidente del Gobierno ha explicado que el Ministerio de Sanidad presentará ante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud las propuestas de la iniciativa “en las próximas semanas” y el siguiente paso será el debate y acuerdo con las comunidades autónomas.

Teléfono de atención al suicidio

El plan contempla como primera medida la puesta en marcha de un teléfono de atención al suicidio que estará activo las 24 horas del día, gratuito y confidencial, con la posibilidad de derivar a los servicios de urgencia en situaciones de crisis. El objetivo es ofrecer atención profesional y apoyo a personas o familiares con conductas suicidas.

 “No es un tabú, es un problema de salud pública del que debemos hablar, visibilizar y actuar en consecuencia”, ha dicho Sánchez sobre el suicidio, la primera causa de muerte externa (o no natural) en España.

En su declaración, que llega en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el líder socialista ha puesto sobre la mesa algunas cifras que dan cuenta de la magnitud del problema de salud mental en el país: uno de cada 10 adolescentes tiene trastorno diagnosticado; un 5,8% de la población sufre ansiedad (porcentaje similar al de quienes padecen depresión); más de un millón de personas tienen un trastorno mental grave y más de la mitad de ellos no recibe ningún tipo de tratamiento; un 13,2% de los niños de entre 4 y 14 años corre el riesgo de sufrir un problema de salud mental (porcentaje que es cinco veces superior en niños que en niñas); y casi la mitad de jóvenes de entre 15 y 29 años considera que ha tenido alguna dolencia de esta índole, expone El País.

 

Una “importante campaña” para visibilizar este tipo de problemas e intentar reducir el “estigma” social que sufren las personas que padecen estas enfermedades; mejorar la atención de la salud mental; y una mejor formación sanitaria especializada y en formación continua, con la incorporación de la especialidad de Psiquiatría Infantil y Adolescencia en la próxima convocatoria de formación sanitaria especializada, son otras de las líneas del plan de acción del Gobierno.

No es suficiente

Las sociedades científicas del campo de la salud mental han celebrado la iniciativa del Ejecutivo español, pero han dejado claro que la dotación de 100 millones de euros no es suficiente para paliar las carencias del sistema.

“Nosotros pedimos 6.000 plazas de psicólogos clínicos en el Sistema Nacional de Salud y con este presupuesto [100 millones para tres años] daría para contratar a 2.000 un año”, ha asegurado Carlos Losada, de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir). “Es muy importante sensibilizar, pero también dotar de medios. Si sensibilizas a alguien para pedir ayuda y no tiene dónde acudir, no sirve de mucho. Un teléfono del suicidio puede estar muy bien, pero depende mucho de cómo se haga, porque es un tema muy delicado en el que no cualquier actuación es eficaz”, añade.

Por su parte, la Sociedad Española de Psiquiatría ha celebrado estos primeros pasos. “Todo lo que sea pasar de las palabras a los hechos es positivo”, resume su presidente, Celso Arango. “Hemos escuchado muchísimas palabras últimamente, incluso una ley [presentada el 6 de septiembre por Unidas Podemos] que lo único que hace es estigmatizar la enfermedad mental. Esto [el plan] es lo que había que hacer, aunque no nos engañemos, medidas como la especialidad en Psiquiatría Infantil son geniales, pero ni son por la covid, ya que venían gestándose hace años, ni solucionarán los problemas mentales generados por la pandemia: los primeros profesionales formados entrarán al sistema en 2028”, destaca. “Fundamentalmente hacen falta profesionales, aquí no utilizamos sistemas punteros de tecnología, sino psicólogos, psiquiatras y enfermeras especializadas. Para llegar a la media europea necesitaríamos 1.500 psiquiatras más y con 100 millones no da ni siquiera para un año. No deja de ser un primer paso, pero hay que dar más”. @mundiario