Carmen Parada, figura histórica del periodismo femenino en Galicia

Carmen Parada Mundi
Carmen Parada. / HGgT
Carmen Parada, que trabajó para Faro de Vigo y La Voz de Galicia, deja cono legado el primer libro recopilatorio de las recetas de las mujeres y las amas de casa gallegas: Recetas de Cociña Galega.
Carmen Parada, figura histórica del periodismo femenino en Galicia

Aunque su familia pensaba que tal y como la habían orientado debía formarse para maestra o cursar filosofía y letras, argumentando que el periodismo era cosa de hombres y que no tenía futuro, Carmen Parada se fue a Madrid y con una beca estudió periodismo. Lo comunicó a la familia tras aprobar el primer año, la noticia no fue del agrado, pero la carrera profesional de esta escritora que trabajó para Faro de Vigo y La Voz de Galicia, deja cono legado el primer libro recopilatorio de las recetas de las mujeres y las amas de casa gallegas: Recetas de Cociña Galega, editado por Galaxia en 1982.  Lo cuenta de propia voz en la revista HGgT:

Si bien sólo había ocho mujeres en su facultad, no recuerda afrentas de género, ni tampoco en el entorno laboral, que califica de estupendo el comportamiento de sus compañeros. Cierto es que cuando quiso trabajar en Galicia, desde el deportivo Marca la recomendaron en El Pueblo Gallego (ambos, entonces, de la llamada Prensa del Movimiento) y la primera respuesta en el periódico vigués fue: “¿una mujer? Ni de coña!! ”. Tras insistir, con un contrato de 3 meses de prácticas empezó en el Pueblo Gallego con cosas sencillas, leves, hasta que se apuntó para cubrir un pleno y acalló las dudas de los colegas: “¿tú “puedes” con los ayuntamientos?. Ya no la dejaron marchar. Tuvo sección propia, junto al que sería su marido, muy leída y el Faro de Vigo aceptó su propuesta salarial, que triplicaba su sueldo actual. Allí tuvo como compañero a Cunqueiro, a quien recuerda con mucho cariño.

En su posterior, consolidada y larga etapa profesional en La Voz de Galicia, fue pionera escribiendo de Gastronomía, también atendía a las secciones de sociedad-moda, viajando por este motivo a Milán, Florencia…. Ya casada, trabajando y con niños, mientras dormían empezó a caer en la cuenta de que había en las bibliotecas grandes libros de la cocina burguesa, pero no de recetas de las amas de casa. En la playa, mujeres amigas intercambiaban recetas y empezó a apuntalarlas. “Ahora la restauración es muy distinta, antes había siempre una mujer en el fogón, que guisaba estupendamente. Tu preguntabas por una salsa, y siempre era una mujer la que estaba en la cocina para responderte; eran grandes cocineras, fueron las primeras en esto, de las que también recuperé recetas. No había cocina de verduras, era muy sencilla, la de las madres, de las abuelas, y pensé en escribir en un libro con todas esas recopilaciones, ya que no había ninguno. Y se agotó muy rápido.”

“También empecé a escribir un libro de restaurantes gallegos con encanto, esos en los que puedes comer por menos de 20€, que los hay excelentes, buenísimos, y están en manos de mujeres casi todos, que hacen una cocina sencilla y buena. En la gastronomía gallega –subraya esta periodista de gran recorrido- las mujeres tuvieron una importancia grandísima. Emilia Pardo Bazán dice en el prólogo de uno de sus libros de cocina que ella quería un mundo en el que las mujeres tuvieran importancia, pudieran votar, tener una labor social importante, pero que se hartó de que nadie comprase esos libros y entonces escribió sus recetarios. Estupendos, por cierto. Es imprescindible que la gente sepa comer, debería ser una asignatura obligada, no para las mujeres, para las mujeres y para los hombres. El que no sabe comer, no hace mucho por su salud...”.

“Ahora –apunta Carmen otra reflexión al hilo de lo que hablamos- un chico que necesita cocinar, que hay muchos, se van a internet en vez de a los libros de recetas, tradicionales o de cocina actual, en los que se respeta la despensa gallega y de temporada... Y así no avanza nuestra cultura culinaria”.

En los años sesenta, Carmen Parada era la gran referencia de la mujer en la prensa especialmente viguesa y proyectada a toda Galicia y más allá. Cubría todos los campos del oficio en su ciudad. Madre, abuela ejerciente, una de las cofundadoras de la AGAXET con Guillermo Campos –único gallego entre los mejores periodistas gastronómicos de España- que la sigue presidiendo, en la que fue secretaria general y en la actualidad sigue siendo la voz femenina de mayor experiencia y trayectoria entre el periodismo gallego de viajes.

- Identificación con el feminismo

“Siempre digo –hace memoria Carmen- que sin el feminismo, nosotras no estaríamos ahora aquí trabajando, ni siquiera hablando, estaríamos en casa metidas. El feminismo es lo mejor que le ha pasado a la mujer en toda su historia. Ya desde el Imperio Romano, cuando las mujeres de la clase alta mandaban bastante. Yo tenía cuatro hermanos y en casa había unas cosas que hacían las chicas y otras los chicos, una discriminación total. Recuerdo ver a la única consejera de un banco (de 120 miembros) vestida de hombre para asistir a las reuniones. Las mujeres ahora van femeninas. Hay 6 0 7 mujeres presidentas que son de lo mejor en el mundo, y en la pandemia lo han demostrado, en Alemania, Nueva Zelanda…”

“Cuando le hablé con mi nieta de 6 años, y le aconsejé que estudiase para formarse y ganar dinero de mayor... y me respondió ‘¡claro!’. Pues no tan claro, le digo: cuando yo era pequeña como tú, mis padres no pensaban en que yo estudiara, nos “reservaban lo de un buen casamiento. Y me responde: abuela, en tu época había tren?!.  De aquél a este tiempo se ha avanzado hacia la igualdad hogareña pero quedan rémoras como lo de... “te colgué ropa”, “te lavé los cacharros”..., te... Y no, sin te hice...”. Cierto es que antes, por trabajar, una mujer asumía que tenía que soportar ciertas situaciones que ahora se consideran delito o socialmente improcedentes. Las chicas de ahora lo encontraron todo hecho, consideran que no hay que seguir luchando porque ya está hecho, pero todavía no es así.

- ¿Qué piensas en relación a las campañas actuales de igualdad?

-Sí las conozco, lo intentan, desde el ministerio de la mujer (se llama así ¿no?), desde algunas diputaciones y ayuntamientos.., hacen cosas, pero cosas para mujeres, y creo que no es eso exactamente lo que hay que hacer; creo que la mujer debe ser cada vez más culta, alcanzar puestos directivos (que a veces no queremos porque tenemos hijos) y que los hombres se acostumbren a vernos, más ministras, -…. aún hay mujeres que dicen yo soy médico. No, tú eres médica. 

El mundo, si tuviese mujeres dirigiendo... Una mujer que actúe como mujer, no como Margaret Thatcher, por ejemplo, como la Merkel, el mundo cambiaría, ninguna mujer hace una guerra para que sus hijos vayan a morir. ¿Y cómo gestiona una casa una mujer? Incluso con pocos recursos, o si el marido se muere, la mujer sale adelante con sus hijos. El problema es que hay mujeres que todavía quieren actuar como hombres, y eso es un fallo. Hay que ser feministas. 

Las mujeres son buenas oradoras y no son corruptas en su casa. (A ver, hay de todo, también tenemos a la Cifuentes, que hace cosas raras). Pero está demostrado que un mundo regido por mujeres sería un mundo mejor.

- Carmen, ¿ qué se puede hacer para avanzar en la paridad en los puestos directivos?

-Tiene que haber muchísima más igualdad. Hay que cambiar los programas de educación que parecen del siglo XVI, e incorporar materias de cómo ser un buen ciudadano, cuál es la comida saludable, cuidar el planeta, ser un buen ecologista, tener en cuenta lo que te rodea para lograr un mundo mejor. 

Hay muchísimo que hacer. La manifestación, con la pandemia no tiene sentido, otros años hemos sido millones de mujeres en la calle. Aún leí un artículo la semana pasada, que habían despedido a una mujer por estar embarazada, …. Cuando casi no hay niños…. ¿Qué protección es esa? ¿Qué conciliación? 

Menos mal que está cambiando, y hay países como Suecia en que es normal ver a los hombres con los carritos de los niños en los parques. Esto lo vi en la entrega del Nobel a Cela, vamos avanzando, pero muy despacio, en la justicia y en medicina ya hay más mujeres que hombres. Estamos acostumbradas a luchar, a improvisar, a no tener fallos que a nosotras no nos perdonan.

“Y hay que cuidar el lenguaje de género –concluye esta mujer, la figura histórica del periodismo femenino de la provincia pontevedresa- ahora una alcaldesa ya no es la mujer del alcalde, no tiene que ver con utilizar miembra o miembro, que me parece una tontería soberana. El mismo lenguaje de la calle se va adaptando a las circunstancias, más lentamente, pero se va adaptando.  @mundiario

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