Planes climáticos engañosos: la realidad de las multinacionales que se presentan como verdes

Representación del calentamiento global. / RR SS
Representación del calentamiento global. / RR SS

Un informe señala la necesidad de implementar políticas de supervisión regulatorias a nivel internacional, nacional y sectorial para distinguir entre el liderazgo climático real y el lavado verde.

Planes climáticos engañosos: la realidad de las multinacionales que se presentan como verdes

Las empresas adoptan planes climáticos engañosos. Un grupo de expertos internacionales ha presentado un informe sobre las promesas de lucha contra el cambio climático que han realizado 24 de las mayores multinacionales del planeta. Todas se presentan como ambiciosas en la batalla contra el calentamiento global, pero cuando se observan más de cerca sus programas, se descubre que los efectos que realmente tendrán la disminución de sus gases de efecto invernadero (responsables del calentamiento global) están muy por debajo de lo que se requiere.

Y es que, según la ciencia, las emisiones globales deberían caer un 43% para 2030, pero la reducción de gases de estas compañías se sitúa solo en el 21%. Por ello, NewClimate Institute y Carbon Market Watch presentan el informe ‘Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa’, el cual sostiene que estas “empresas están atascadas en compromisos ambiguos, planes de compensación que carecen de credibilidad” y programas que no contemplan todas las emisiones que genera cada multinacional.

De estas empresas, líderes en sus sectores, solo el gigante del transporte Maersk tiene una estrategia climática “razonable” en el estudio, mientras que Apple, ArcelorMittal, Google, H&M Group, Holcim, Microsoft, Stellantis y Thyssenkrupp tienen un nivel “moderado de integridad”. Las 15 empresas restantes tienen una integridad baja o muy baja. Dentro de esta categoría se encuentra Inditex, la compañía española.

Estas multinacionales hacen promesas de cero emisiones o la neutralidad de las emisiones en las próximas décadas. Y ahí es donde está la falla, ya que las metas a largo plazo no pueden estar en el centro de la acción, sino que se requieren los recortes drásticos de los gases de aquí a 2030, una década que la ciencia considera crítica en la lucha contra el cambio climático.

¿Objetivos engañosos?

De acuerdo al informe, “las promesas climáticas de las empresas para 2030 están muy por debajo de la ambición requerida” e incluso, los objetivos para el final de la década son engañosos “debido a la dependencia de la compensación”.

Eduardo Posada, miembro de NewClimate Institute y uno de los autores del estudio, sostiene que “el uso de offsets (compensaciones) es uno de los principales elementos que hacen que un compromiso de carbono neutral signifique muy poco en términos de reducción de emisiones y mitigación del cambio climático. Un compromiso de carbono neutral es engañoso si en realidad significa que la compañía va a reducir 20% de sus emisiones y a compensar o neutralizar el resto”.

Posada advierte que ahora es muy difícil “distinguir entre el liderazgo climático real y el lavado verde de imagen sin fundamento” debido a la “falta general de supervisión regulatoria a nivel internacional, nacional y sectorial”. “No podemos dejar que las compañías se comprometan voluntariamente a metas de neutralidad de carbono sin definir y regular qué es lo que significa la neutralidad”, añade. Por ello, se aplauden iniciativas como la creación del grupo de la ONU para combatir el greenwashing y los pasos que está dando la Unión Europea para evitar la publicidad engañosa. @mundiario

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